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México: Crecen las expectativas y hay signos esperanzadores de cambio
México atraviesa un período emocionante de transformación que abriga la esperanza de que los sindicatos independientes y democráticos tendrán la oportunidad de organizarse y crecer, iniciando una nueva era de negociación colectiva más fuerte y en mejores condiciones.
Con la Reforma Laboral aprobada recientemente bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se propone una nueva ruta, un cambio de raíz a nivel laboral, que pretende proporcionar un nuevo camino para la representación de los trabajadorxs y poner fin al predominio de los "contratos de protección".
Los contratos de protección son un intento de evitar la negociación colectiva real mediante la creación de acuerdos colectivos falsos que impiden que los sindicatos legítimos sindicalicen a lxs trabajadorxs. Se estima que el 90% de todos los contratos de empleo en México son contratos de protección. Estos "acuerdos" corruptos han beneficiado solo a un puñado de personas durante muchos años y han dañado la credibilidad de todos los sindicatos.
Ante esta coyuntura, y en el marco de las negociaciones del TLCAN, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la Secretaria General de UNI, Christy Hoffman, el Secretario Regional de UNI Américas, Marcio Monzane, junto a los sindicatos estadounidenses RWDSU, SEIU y CWA, visitaron México. Allí mantuvieron reuniones con distintos actores políticos para comprender de primera mano los cambios que se están dando en materia laboral y cómo se puede aportar desde el sindicalismo internacional.
Desde el Gobierno se expresó la convicción de que el sistema laboral mexicano había caducado y con la Reforma Laboral se buscó fijar, entre otros puntos, reglas claras, como disminuir los juicios individuales de conciliación, la revisión de los contratos colectivos, garantizar la representatividad óptima en negociaciones colectivas y acabar con la simulación laboral.
Sin dudas, a efectos de implementación, el Gobierno tiene grandes desafíos ya que se están realizando cambios en las leyes, pero estos cambios necesitan de un período de transición, no solo a nivel estructural por los recursos que este nuevo escenario demanda, sino también desde el punto de vista cultural. La mayoría de los funcionarios gubernamentales reconocieron que los desafíos futuros incluyen el hecho de que se necesitarán amplios recursos para implementar la ley (por ejemplo, el costo de revisar todos los convenios colectivos durante los próximos cuatro años) y que la ley prevé un ritmo de cambio relativamente lento . Dado que la transformación no se producirá de la noche a la mañana, es importante anticipar la resistencia de aquellos que se benefician del status quo.
Christy Hoffman, Secretaria General de UNI Global Union dijo: "Este es un momento emocionante para los trabajadorxs y los sindicatos en México, y felicitamos al gobierno por la promulgación de esta reforma masiva. Es ambiciosa y transformadora. Las grandes expectativas presionan a todos para asegurar de que no solo terminemos con los contratos de protección, sino que estos se reemplacen con sindicatos democráticos y con la negociación colectiva. UNI y UNI Américas estarán allí para apoyar a nuestros afiliados en esta gran oportunidad".
Marcio Monzane, Secretario Regional de UNI Américas, agregó: “nos vamos con el compromiso de que vamos a ser una voz fuera de México diciendo cuando las cosas van bien pero también cuando esto no ocurra”.
"Tenemos muchas expectativas ante estos cambios y entendemos la necesidad de que se logren aplicar realmente. Acompañaremos a nuestras afiliadas y al movimiento sindical para que ejerzan sus derechos y su capacidad de negociar”. concluyó.
UNI ha manifestado su interés por seguir de cerca el proceso y apoyar estos cambios en la medida que estos garanticen una democratización real del sindicalismo mediante el crecimiento de la negociación colectiva, con trabajadores y trabajadoras representados en sus sindicatos con total conocimiento de sus contratos de trabajo.