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«Pensar que la gestión del presente es responsabilidad de los adultos y que el futuro es responsabilidad de los jóvenes es un concepto errado. Este concepto es un vano intento de condicionar a las generaciones de jóvenes para evitar que interfieran en los asuntos centrales del devenir de la sociedad. La historia humana ha demostrado que en muchas ocasiones la Juventud ha sido el motor de cambios de los grandes acontecimientos». Y con este fundamento –uno de tantos– UNI Américas Juventud dio inicio a su encuentro en la 4° Conferencia Regional de UNI Américas. Los jóvenes tienen claro que la generación de más y mejores puestos de trabajo es un desafío importante en América Latina y el Caribe, donde su ingreso a la vida laboral está marcado por altas tasas de desocupación, informalidad y desaliento; y donde el desempleo juvenil agrupa aproximadamente a 8 millones de personas entre los 15 y 24 años.

Por esta razón, y para mejorar estas circunstancias, 30 delegados juveniles, 14 mujeres y 16 hombres, provenientes de 9 países y representantes de 20 sindicatos, se reunieron en Medellín para trabajar en unas las líneas estratégicas como son:

Más trabajo de campo más movilización. “Es tiempo de salir a la calle, creemos que la precarización del trabajo de los jóvenes no puede ser el factor de ahorro de una empresa. Los jóvenes somos el presente, el factor de cambio. Los jóvenes debemos ser ejemplo de lucha”, expresó Neri Marset, miembro de la Asociación de Empleados Bancarios de Uruguay (ABEU) y quien es el presidente del Comité de Jóvenes de UNI Américas hasta el 2018

“También nos proponemos conformar red de trabajo de jóvenes. Fomentar la creación de nuevas redes multinacionales, multilatinas, y el fortalecimiento de las que ya existen, así como el fortalecimiento de las organizaciones afiliadas”, agregó Marset.

El Comité de jóvenes también reconoce la importancia de fortalecer la equidad en la sociedad, por ello quisieron resaltar que dentro de las cinco vicepresidencias regionales que tienen, dos están ocupadas por mujeres.

Según Neri Marset, la ventaja de ser jóvenes “es que podemos generar cambios y transformaciones más tempranas debido a que poseemos una visión de pronto más fresca y renovada, y podemos aportar mucho si se da una renovación de liderazgos. Esa ha sido un poco la desventaja de nuestra edad, contamos con el respaldo y apoyo de todos los miembros del sindicato, pero no se nos está viendo a la hora de renovar dirigencias”.

Y siendo consecuentes con la renovación de liderazgos, los jóvenes votaron por ello. Desde 2019 hasta 2020, la presidencia de su Comité será asumida por Alejandro Abraham, quien hace parte de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA). Elección que también se dio como “solidaridad con los compañeros de Argentina por todo lo que están pasando”.

El trabajo decente para las y los jóvenes es un elemento crucial que permite avanzar en la erradicación de la pobreza y en lograr el desarrollo sostenible, el crecimiento y el bienestar para todas las personas. Y ellos lo tienen claro, es el objetivo de su lucha.