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La TIC está evolucionando rápidamente, así como las ocupaciones y los perfiles profesionales en este ámbito. Donde antes había un puñado de ocupaciones bien marcadas, esencialmente relacionadas con el desarrollo de programas, la operación y la programación en los años sesenta, hoy hay varios centenares de ellas. En términos de títulos profesionales incluso hay miles, porque han ido evolucionando a niveles de país y de empresa, por lo que literalmente cada empresa ha desarrollado su propia terminología que le pertenece.

Este alud de títulos de empleos de fantasía ha pasado a ser contraproducente porque quita transparencia al panorama de la TIC en su conjunto, dificulta la comparación entre empresas y países y obstaculiza la movilidad de los profesionales de TIC. Grandes empresas con varios departamentos de TIC en diferentes países enfrentan problemas de interoperabilidad.

En algunos países se emprendieron iniciativas para desarrollar clasificaciones nacionales. También instituciones internacionales como Eurostat, ISO y la OIT están trabajando con miras a una clasificación general a efectos de comparabilidad estadística a través de las naciones.

En el Reino Unido la industria ha desarrollado un sistema denominado SFIA. CIGREF, una asociación de directores de recursos humanos de grandes empresas francesas tiene su sistema y, por ejemplo, en Alemania los interlocutores sociales han desarrollado un sistema de formación complementaria y de certificación para profesionales de TIC denominada AITTS.

Este contexto ha servido de tela de fondo para el lanzamiento de una iniciativa europea bajo los auspicios del CEN/ISS, organismo europeo de normalización de sistemas de la sociedad de la información, para crear una especie de metamarco que sirva de referencia para las diversas clasificaciones y ocupaciones.

Como primer paso se produjo y aprobó un Metamarco Europeo de Competencias de TIC en 2005, en el que se describían los sistemas existentes, pero que no permitía aún comparaciones directas entre las diferentes clasificaciones ocupacionales.

Un grupo de expertos de diferentes instituciones, incluyendo los interlocutores sociales y directores de recursos humanos de empresas grandes como Airbus, Deutsche Telekom, casi ha finalizado el paso siguiente, es decir un marco europeo de e-competencias. Este marco facilita vínculos entre estructuras nacionales y describe las competencias esenciales universalmente aplicables.

Este sistema se presentó en la plenaria del taller del CEN/ISSS sobre e-competencias el 14 de mayo en París. Si todo sale según lo planeado, los miembros del taller votarán sobre esta propuesta a finales de septiembre de 2008 y harán de ella una norma sectorial europea.

Lo que añade valor al marco de e-competencias propuesto es que asocia competencias esenciales con procesos de trabajo de TIC y permite el acoplamiento de referencias con el Marco Europeo de Cualificaciones (EQF).

En el marco del taller sobre e-competencias del CEN/ISS se han lanzado proyectos adicionales con el fin de apoyar la planificación y desarrollo de la carrera para profesionales de TIC y ayudar a los empleadores a encontrar a las personas adecuadas para el empleo adecuado.

Un proyecto aspira a hacer interoperables las diferentes herramientas de carrera existentes en materia de e-competencias, lo que es particularmente importante a la luz de “portal de e-capacidades y carrera” europeo venidero. El otro proyecto busca hacer más transparente el inmenso mercado de certificaciones de TIC, sean específicos al vendedor o no. Actualmente, se calcula que hay más de 600 certificaciones diferentes a disposición, con grados diversos de calidad y de valor para los profesionales de TIC. Una jungla, como comentó el líder del proyecto. Elevar los niveles de calidad y ofrecer mejor orientación a los profesionales de TIC será un reto clave para este proyecto.

El grupo de trabajo de competencias de UNI-Europa ICTS, un grupo de expertos procedentes de afiliadas de UNI-Europa, se reunirá el 10 de junio en Bruselas y examinará estos proyectos del CEN/ISSS y también considerará la posibilidad de contribuciones positivas y de cooperación más estrecha. Todos estos proyectos, que se llevan como una especie de “partenariados de multinconcernidos” pueden contribuir a mejorar las oportunidades de carrera de los profesionales de TIC y los conocimientos adicionales a disposición les ayudarán a reforzar su posición en el mercado laboral.