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Entrevista con Joe de Bruyn, candidato a presidente de UNI
Joe de Bruyn es el máximo dirigente de la Shop, Distributive and Allied Employees Association (SDA), el sindicato australiano del sector del comercio. La SDA, principal sindicato del país, cuenta con más de 200.000 afiliados, y su crecimiento no mengua. Asimismo, De Bruyn ocupa el cargo electivo de Vicepresidente Primero de ACTU, la central sindical australiana. Paralelamente a su actuación dentro del país, De Bruyn tiene en su haber treinta años de participación activa en el quehacer sindical internacional.
El compromiso de la SDA en el plano mundial se remonta a más de 35 años. En efecto, allí estaba la Asociación a principios de la década del setenta, acompañando la creación de la FIET asiática y formando parte de la Junta Directiva Mundial de la joven Federación. Asimismo, la SDA ofició de anfitriona del Congreso Mundial de la FIET de 1999 en Sídney, donde se votó la creación del indicato mundial UNI Global Union.
De Bruyn es miembro del Comité Ejecutivo Mundial de UNI y del Comité Ejecutivo de Asia Pacífico de UNI (ORAP) desde el año 2000. Asimismo, desempeña las funciones de Presidente de UNI ORAP e integra el Consejo Directivo de UNI. También ha actuado en el marco del Sindicato Mundial de Comercio UNI. La SDA ha apoyado con determinación la labor de los comités femeninos de UNI en el mundo y particularmente en la región de Asia Pacífico.
Además del trabajo de UNI, la SDA tiene una sólida trayectoria en iniciativas de solidaridad y ha creado un fondo internacional para ayudar a los sindicatos de la región de Asia Pacífico con cursos de formación, material, apoyo humanitario e intercambio de trabajadores.
De Bruyn presentará su candidatura a Presidente en las elecciones que UNI celebrará en su Congreso de Nagasaki. Su elección supondría que, por primera vez en su historia, UNI tenga un presidente mundial oriundo de la región ORAP. He aquí algunas de sus reflexiones sobre UNI y el movimiento sindical internacional.
¿Qué significa para usted el lema “Rompiendo barreras”?
“Rompiendo barreras” significa lograr los objetivos estratégicos fundamentales que el movimiento sindical se ha fijado a sí mismo. Creo que “Rompiendo barreras” es una estrategia que redundará en un incremento sustancial en términos de afiliación sindical y en un mayor poder en manos de los trabajadores a través de sus respectivos sindicatos y de UNI Global Union. Si presento mi candidatura a la presidencia, es porque me siento en condiciones de llevar a buen puerto la estrategia de “Romper barreras” en todo el mundo.
Para mi sindicato, la SDA de Australia, el lema “Rompiendo barreras” significa ser capaces de lograr un crecimiento que no equivalga simplemente a mantener el ritmo de crecimiento del empleo sino que realmente aumente la densidad sindical. A título de ejemplo, el nuevo convenio colectivo nacional firmado en Australia a finales del año pasado con McDonalds y todos sus franquiciados ha creado una plataforma que favorecerá el crecimiento de la sindicación en los próximos cinco años. Estamos negociando con todos nuestros empleadores mejores sueldos y condiciones laborales, apoyo para los padres trabajadores y sueldo completo para los jóvenes trabajadores.
Para UNI, “Rompiendo barreras” significa conseguir nuestras metas fundamentales, entre ellas, firmar más convenios globales con las empresas multinacionales y garantizar su cumplimiento; apoyar la organización y la creación de sindicatos en todo el mundo, especialmente en los países clave que UNI ha identificado; trabajar con los sindicatos para fomentar la protección de los derechos de los trabajadores a escala nacional e internacional; y asegurar la igualdad de derechos y la justicia para todos los trabajadores en el entorno de trabajo, independientemente del género, la raza o la orientación sexual.
¿Cómo piensa usted que se desarrollará UNI tras el Congreso de Nagasaki, cuando tengamos la mirada puesta en el Congreso de Ciudad del Cabo en 2014?
UNI ha de fijarse algunos objetivos estratégicos clave y trabajar en pro de su materialización para el Congreso de Ciudad del Cabo. Los mismos han de estar coordinados entre las distintas regiones y sectores de actividad (jóvenes, igualdad, profesionales y directivos), de la manera que resulte más adecuada. Es menester concentrar esfuerzos para alcanzar los objetivos seleccionados:
· Concluir más convenios mundiales y construir alianzas sindicales en las multinacionales con miras a garantizar que los trabajadores tengan fuerza a nivel mundial para organizar y negociar colectivamente.
· Obtener el reconocimiento explícito en las reuniones del G20 de que los derechos y prerrogativas de los trabajadores no son negociables en el marco de las políticas aplicadas para propiciar la recuperación económica mundial tras la crisis financiera global.
· Lograr cada año, de aquí a 2014, un avance significativo en términos de reconocimiento sindical y de adhesión de afiliados en algún sindicato específico perteneciente a un sector de actividad preciso de un país en desarrollo clave.
· Consolidar el papel de las mujeres en las estructuras directivas de UNI y garantizar un incremento de la representación femenina hasta un mínimo del 40% en todos los órganos con potestad decisoria. He sido un ardiente defensor de la mejora de la representación femenina en las estructuras de UNI, e insistiré en la necesidad de elevar informes de seguimiento periódicos al Comité Ejecutivo.
He desarrollado durante muchos años una dinámica labor en la región del Pacífico Asiático. La zona ha sufrido una transformación económica vertiginosa y el crecimiento de India y China proseguirá a un ritmo acelerado. Se está produciendo ante nuestros ojos un vuelco económico de proporciones históricas, y somos testigos del surgimiento de nuevos poderes económicos en todo el planeta. Nuestro objetivo en UNI es garantizar que el crecimiento de las economías se acompañe de un fortalecimiento de los sindicatos.
¿Cómo se ha modificado el mundo del trabajo en la última década?
La remuneración de los trabajadores ha quedado estancada en varias áreas, especialmente los sueldos bajos. En muchos países desarrollados, la proporción de los salarios en el PIB ha caído, mientras que ha crecido la proporción representada por los beneficios de las empresas. Por ejemplo, en Estados Unidos, el 58% del incremento en los ingresos reales registrado entre 1975 y 2005 se concentró en el 1% superior de los asalariados, tendencia que supone una exacerbación de las desigualdades en muchos lugares del mundo, no sólo en los países desarrollados sino también en las naciones en desarrollo, como China. La globalización implica que los puestos de trabajo se pueden deslocalizar en el extranjero de la noche a la mañana, dejando a los trabajadores en el paro. La mano de obra se ha vuelto más móvil, y actualmente son millones los trabajadores inmigrantes empleados en distintos países del mundo que envían remesas de dinero a sus familiares en sus países de origen. Hay más mujeres empleadas que nunca en la historia y hemos de cerciorarnos de que prevalezca la igualdad retributiva por un trabajo de igual valor, de que disfruten de una baja por maternidad remunerada y de que reciban un trato justo en el trabajo.
Estos son retos trascendentales para UNI y para los sindicatos, pero la estrategia “Rompiendo barreras” hace hincapié en la necesidad de sindicar a los trabajadores de todos nuestros sectores en el mundo y exigir que las multinacionales asuman su responsabilidad si se niegan a reconocer los derechos básicos de los trabajadores y los sindicatos.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales retos de UNI de cara al futuro?
Además de hacer frente a un nuevo mercado laboral global, UNI debe ser una organización representativa en cada uno de sus principales sectores de actividad. Por ende, UNI ha de aspirar a lograr la afiliación de aquellos sindicatos nacionales del mundo que aún no se han adherido pero que actúan en los sectores de actividad que UNI abarca. Los sindicatos afiliados a UNI deben ser organizaciones en expansión, con un número creciente de trabajadores sindicados que les confiera una representatividad genuina y capaces de cobrar las cuotas sindicales adeudadas por los miembros para dotarles de los recursos necesarios para el desarrollo de su labor. UNI tiene un papel que desempeñar, tanto directa como indirectamente, en la organización y organización de trabajadores en los sindicatos afiliados. Garantizar la representación paritaria de las mujeres en las estructuras directivas de la UNI constituye un objetivo clave, al igual que fomentar su liderazgo en el seno de sus propios sindicatos.
Los trabajadores necesitan un portavoz y una instancia que los represente en los principales ámbitos de toma de decisiones en el mundo en los que participan empleadores y gobiernos. El papel de UNI es asegurar su presencia en la mesa de negociaciones para hacer oír su voz.
Afirma usted que UNI ha de tener una representación paritaria de mujeres en sus estructuras directivas. ¿Cómo ha promovido la igualdad en Australia?
Australia ha sido siempre un pionero en la igualdad de géneros; de hecho, fue el primer país del mundo en conceder a la mujer el derecho de voto. La SDA ha seguido esta tradición, en su calidad de principal sindicato australiano y también de organización femenina más grande del país. Siempre hemos sostenido que el fin de la discriminación contra la mujer en el trabajo es un principio fundamental de nuestra labor sindical y, en tal sentido, hemos luchado por la igualdad de oportunidades en el mundo laboral y en la sociedad en sentido amplio, por la equidad en términos de permiso parental y por el fin de la intimidación y el acoso sexual. Todo ello forma parte de nuestro afán por defender los derechos humanos básicos de todos los trabajadores en el lugar de trabajo.
Me siento particularmente orgulloso del papel que desempeñó la SDA en la campaña en pro del permiso parental remunerado, principio que fue promulgado por el Parlamento en junio de este año y que constituyó una gran victoria para las madres trabajadoras. La SDA luchó a favor de la baja por maternidad remunerada para todas las mujeres en Australia durante varias décadas. Cuando el partido laborista llegó al poder tras las elecciones de 2007, la SDA trabajó estrechamente con ACTU y los sindicatos australianos a favor de una ley justa que ofreciera el amparo que las mujeres trabajadoras necesitaban. El plan del gobierno, que contempla hasta 18 semanas de baja por maternidad remunerada, entrará en vigor en enero de 2011. Pero nosotros ya estamos pensando en introducir nuevas mejoras en el plan, entre ellas dos semanas de licencia por paternidad pagada.
Incluso hemos logrado ganar aún más terreno en la mesa de negociaciones. En 2009, la SDA negoció un convenio colectivo con Ikea, una de las principales cadenas mundiales de comercio minorista, que prevé hasta 26 semanas de baja remunerada en caso de nacimiento o de adopción de un hijo y para parejas del mismo sexo.
Por ser el sindicato más grande de Australia, la SDA tiene un importante papel que desempeñar en el seno de ACTU. Estamos orgullosos de que, desde 1983, ACTU haya desplegado una vigorosa y amplia política en contra de la discriminación en el lugar de trabajo por motivos de raza, color, sexo, estado civil, orientación sexual, edad, religión, nacionalidad o cualquier otra causa. Los sindicatos deben obrar en pro de la eliminación de la discriminación y la homofobia en todos los lugares de trabajo. Hemos logrado plasmar esta política en muchos de nuestros convenios colectivos, confiriendo protección a nuestros miembros más allá de lo estipulado por ley.
Huelga decir que la posición asumida por la SDA está en consonancia con la política de ACTU en contra de la discriminación por motivos de orientación sexual, y muchos de nuestros convenios colectivos reflejan este compromiso.
Generalmente, nuestros convenios colectivos protegen a los trabajadores de la discriminación por motivos de raza, color, religión, origen étnico, nacionalidad, sexo, preferencia sexual, edad, estado civil, responsabilidades familiares, embarazo, opinión política o discapacidad física o mental. Asimismo, declaran que el acoso sexual o cualquier otra forma de acoso constituyen una conducta inaceptable que no habrá de tolerarse.
¿Y dentro de la SDA?
En 1975, la SDA fue el primer sindicato en Australia en crear un Comité Nacional de Mujeres para empoderarlas y apoyarlas. Uno de sus principales cometidos era fomentar el ascenso de las mujeres trabajadoras a cargos directivos y posiciones de liderazgo en el sindicato. En los 35 años que han transcurrido desde aquel entonces, la SDA ha promovido firmemente entre los empleadores la igualdad en términos de ofertas de empleo, iniciativa que ha redundado en una mayor presencia femenina en todos los niveles directivos en el área del comercio minorista y en una mayor participación femenina en la SDA, así como en un número más elevado de mujeres que actúan como líderes sindicalistas.
Las mujeres representan aproximadamente el 65% de los miembros de la SDA y ocupan muchos de los principales cargos directivos de nuestra organización. El 80% de los representantes del personal es de sexo femenino, la conducción política de nuestras ramas está mayoritariamente en manos de mujeres, y la mayoría de los cargos en el principal órgano de decisión de la SDA, el Consejo Nacional, están ocupados por mujeres. La SDA no ceja en su empeño por alentar a las mujeres miembros a presentarse a los cargos electivos dentro del sindicato.
Todos los funcionarios sindicales están entrenados para atender quejas de acoso sexual en el lugar de trabajo. Por añadidura, tenemos una política de actuación a nivel nacional para prevenir el acoso sexual, que se aplica en toda la organización interna del sindicato.
¿Cuáles son, a su juicio, algunas de las principales conquistas legislativas de la SDA y el movimiento obrero en Australia en los últimos años?
La elección de un gobierno laborista en Australia fue un triunfo importante para los sindicatos australianos, que trabajaron mancomunadamente en una campaña sin precedentes de la que todos nos sentimos orgullosos. Otro éxito para el movimiento sindical fue la reciente adopción de la baja por maternidad remunerada. La SDA desempeñó un papel activo en ambas campañas.
En la histórica campaña electoral de 2007, donamos dinero y empleamos a miembros del personal en áreas específicas para promover la elección de candidatos laboristas. Nuestras ramas se dirigieron a sus miembros para explicarles por qué era necesario que votaran a favor de candidatos laboristas para revocar leyes antisindicales, y no sólo hicimos campaña en los lugares de trabajo sino que también nos acercamos a nuestros miembros en sus comunidades, movilizando un apoyo masivo a favor de la campaña “Tus derechos en el trabajo”, la iniciativa conjunta de los sindicatos que contribuyó a llevar al Partido Laborista al poder tras una aplastante victoria.
Sharan Burrow ocupaba la presidencia de ACTU durante las dos campañas que acabas de mencionar y es ahora Secretaria General de la CSI. ¿En qué términos describiría su relación laboral con ella en el marco del movimiento sindical australiano?
Habiendo trabajado estrechamente con Sharan en el Consejo Australiano de Sindicatos durante unos diez años, me entusiasma la idea de trabajar codo con codo con ella en el ámbito internacional. Sharan fue Presidente de ACTU durante los diez años anteriores a su elección como Secretaria General de la CSI. Durante la mayor parte de este período yo ocupé el cargo electivo de Vicepresidente Primero de ACTU y trabajé estrechamente con Sharan en representación de los sindicalistas australianos. Juntos colaboramos en la campaña electoral a favor del gobierno laborista de 2007 y en la adopción de la baja por maternidad remunerada en 2010. A la par de otros líderes sindicales australianos, alenté a Sharan a que presentara su candidatura como Secretaria General de la CSI. Sharan comprende cabalmente los problemas que afrontan los sindicalistas en todo el mundo. Me llena de alegría que haya sido elegida para encabezar el movimiento sindical internacional: ella es exactamente el tipo de líder enérgico que necesitamos en la lucha mundial por los derechos de los trabajadores.