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Las Federaciones Sindicales Internacionales de la ISP(PSI), IE, ICEM, ICM(BWI), FITIM(IMF), ITF, UITA(IUF), UNI, la representación de la CSA(TUCA), y el Programa País Colombia apoyado por la FNV de Holanda, y nuestras afiliadas en Colombia, presentes en una jornada de solidaridad con el sindicalismo colombiano, queremos expresar a la Misión de Alto Nivel que inicia su visita el día de hoy, nuestra percepción sobre la situación de la libertad sindical en Colombia basados en más de dos décadas de relación y solidaridad.



Todas nuestras organizaciones hemos sido víctimas directas de las graves dificultades que han padecido y continúan sufriendo los trabajadores(as) colombianos que intentan ejercer sus derechos humanos a la asociación sindical, la negociación colectiva y la huelga. Una brutal violencia se ha ejercido contra nuestros compañeros(as) sindicalistas, cobrando la vida de cerca de 2860 personas, y dejando 217 desapariciones forzosas, imponiendo graves limitaciones legales para ejercer sus derechos, amenazas, persecución, y despidos por el solo hecho de intentar conformar sindicatos y representar los intereses de los trabajadores.



Por otra parte, en el año 2010, 176 trabajadores mineros perdieron la vida y en lo que va del año 2011, son 38 los mineros muertos como consecuencia de la ausencia del Estado y debilitamiento del sindicalismo en este sector y la ausencia de normatividad conforme al Convenio 176 de la OIT que no ha sido ratificado por el Estado.



Cada una de nuestras Federaciones puede referir casos y hechos concretos recientes que hemos podido conocer directamente:



La IE ha denunciado que el magisterio es el sector con mayor cantidad de víctimas, con 946 asesinatos y 72 desapariciones forzadas que han padecido los maestros(as) afiliados a FECODE. Igualmente se ha denunciado la grave situación de miles de educadores(as) amenazados y desplazados que sufren la falta de medidas protección eficaces. Tenemos también noticia de las limitaciones legales existentes para que puedan ejercer su derecho a la negociación colectiva. Así mismo hemos denunciado la violencia, amenazas y encarcelamientos de compañeros afiliados a ASPU, organización de los profesores(as) universitarios, lo cual debilita el desarrollo de una educación superior de calidad en el país.



Desde la Internacional de Servicios Públicos, ISP, hemos acompañado a nuestras organizaciones afiliadas en Colombia en sus luchas por la defensa de los servicios públicos, en un contexto que niega la aplicación del derecho de negociación colectiva a los empleados públicos, de reestructuraciones del Estado que deja sin empleo a miles de trabajadores y menoscaba la existencia de las organizaciones sindicales que representan a los/as trabajadores/as del sector público y en medio de una persecución antisindical y asesinatos de sindicalistas del sector, por el hecho de oponerse a la privatización de los servicios público.



Desde la ICEM hemos conocido y acompañado la luchas de nuestros sindicatos por la organización de los miles de trabajadores tercerizados, como en el caso del Cerrejón, donde los trabajadores(as) contratistas, crearon sus propias organizaciones sindicales y fueron víctimas de la persecución y despidos que han padecido. Como el caso del sindicato SINTRACHANEME cuyo presidente ha recibido varias atentados y amenazas contra su vida y hoy se encuentra desplazado. En el caso de la USO, más de cien de sus afiliados fueron asesinados y tan solo en tres casos existen condenas, en todas ellas el Estado ha sido señalado como responsable y la persecución y estigmatización ha llegado al extremo de la detención de más de 30 sindicalistas acusados por rebelión.



La ICM ha sido testigo de la ausencia casi total de organizaciones sindicales en el sector de la construcción y la madera como consecuencia de la precariedad laboral, la hostilidad de los empresarios y la ausencia de la presencia protectora del Estado. El caso concreto de SUTIMAC donde 86 dirigentes han sido asesinados y se mantiene en completa impunidad desde la década de los ochenta.



La UITA ha conocido directamente de la violencia que se ha ejercido contra Sintrainagro, más de 800 de sus afiliados han sido asesinados y de las grandes dificultades que padecen los trabajadores de la agroindustria de la palma, de la caña de azúcar, de las flores, etc., donde la precariedad laboral y los contextos de hostilidad y violencia impiden el surgimiento de fuertes organizaciones sindicales.



La ITF, puede narrarles cientos de casos en los cuales las condiciones de trabajo en el sector de transporte en Colombia, es en extremo precaria, y la organización de los trabajadores en sindicatos es casi imposible.



La FITIM, conoce de muchos casos relacionados con la resistencia de los empresarios para que surjan las organizaciones sindicales, como en el caso de SINTRATUCAR, los dirigentes han sido amenazados, y la empresa se niega a reconocer el sindicato y a negociar el pliego de peticiones desde hace dos años.



La UNI, conoce directamente de la negación absoluta del derecho de asociación a cientos de miles de trabajadores del sector comercio, financiero y telecomunicaciones vinculados a través de cooperativas trabajo asociado y otras formas de contratación precaria y en particular en empresas multinacionales. Así mismo, el uso de los pactos colectivos, los tribunales de arbitramento y el levantamiento de fueros sindicales como mecanismo para debilitar y extinguir las organizaciones sindicales en Colombia.



La CSA, en los últimos meses ha recibido información desde sus centrales afiliadas en el sentido que, a pesar de los compromisos expresados por los más altos voceros gubernamentales, persisten los asesinatos de sindicalistas, la imposibilidad para la creación de nuevos sindicatos, los obstáculos para la negociación colectiva, la imposibilidad para el ejercicio del derecho de huelga y en general el grave déficit de trabajo decente en el país, tal como se constatan en los datos suministrados por los sindicatos base de las FSI.



Queremos insistir ante esta Comisión de Alto Nivel de la OIT que, de persistir estas realidades aquí expuestas, no será posible ejercer la libertad sindical en Colombia. En el amplio conocimiento que tenemos del continente americano, la situación de Colombia de lejos es la más grave y preocupante para nosotros y por ello esperamos que esta Comisión contribuya a superar los obstáculos legales y prácticos que impiden que los trabajadores se organicen en sindicatos y puedan con ello negociar y mejorar sus condiciones de trabajo y de vida.



Compartimos con las centrales sindicales colombianas que el aspecto central y fundamental se encuentra en que el gobierno colombiano adquiera un compromiso serio y concreto con esta Misión, dirigido a cumplir el conjunto de recomendaciones que los órganos de control de la OIT han adoptado con relación a los convenios relativos a la libertad sindical.



Solicitamos a la OIT que centre su atención en la situación de libertades sindicales en Colombia y que de manera efectiva ponga en funcionamiento todos sus mecanismos de control en el caso de Colombia. Particularmente esperamos que en la conferencia número 100 de la OIT, la comisión de normas examine de nuevo el estado de cumplimiento del convenio 87.



Nuestras organizaciones continuarán a través del Consejo de Global Union de America, trabajando para evitar la desaparición del sindicalismo y los derechos laborales en Colombia, mantendremos y reforzaremos todos nuestros esfuerzos de solidaridad para impedirlo, y esperamos que la OIT nos acompañe en este propósito.



Por las Federaciones:



Internacional de Servicios Públicos - ISP(PSI),

Internacional de la Educación - IE,

Internacional de Trabajadores de la Energía, Química, Minas e Industrias Afines - ICEM,

Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera - ICM(BWI),

Internacional de Trabajadores de la Industria Metalúrgica y Minas - FITIM(IMF),

Internacional de Trabajadores del Transporte - ITF,

Internacional de la Alimentación, Hotelería, Turismo y Bebidas - UITA(IUF),

Union Network International - UNI,

Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas – CSA-CSI

Programa País Colombia apoyado por la FNV de Holanda



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