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UNI Américas saluda la decisión de los países miembros de la UNASUR de constituir el Consejo Suramericano de Economía y Finanzas (CSEF), con el fin de preservar el empleo y la estabilidad macroeconómica frente a la acción de los capitales especulativos globales, en el marco de la crisis económica europea y estadounidense.

UNI Américas apoya las decisiones del Consejo Suramericano de Economía y Finanzas orientadas a la conformación de una nueva arquitectura financiera regional, apoyada en la integración sudamericana y en base a los principios de complementariedad y atenuación de las asimetrías. En particular apoya las medidas orientadas a ampliar el Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) con el fin de conformar un fondo regional anticíclico, la incorporación de nuevos países al Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (SUCRE), la decisión de reevaluar el Convenio de Pagos y Créditos de la ALADI, el fortalecimiento de la Corporación Andina de Fomento (CAF), la recuperación de las misiones originales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la aceleración de la instalación del Banco del Sur.

UNI Américas considera que las medidas tomadas por la UNASUR, integrada por gobiernos de diversos signos políticos, expresa una estrategia de comportamiento frente a las crisis económicas que pone al trabajo en el centro y se propone como objetivo central preservar los niveles de bienestar social alcanzados por nuestra población. Inclusión social y distribución de la riqueza son aspectos claves de la estrategia que persigue UNI Américas con el fin de impedir efectos como los 70 millones de personas sin trabajo que deparó en el mundo la crisis de 2008-2009, remarcando que sean cuales sean los efectos de la turbulencias económicas globales en las Américas, no sean los trabajadores y las trabajadores quienes “paguen la factura".

Para fortalecer aún más la estrategia contra la crisis diseñada por la UNASUR, UNI Américas demanda incorporar institucionalmente a las organizaciones sindicales como actores en las instancias político-económicas que se están diseñando, para garantizar la presencia activa de la voz del trabajo en la política económica regional.