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Philip Jennings en la 3ra Conferencia regional de UNI Américas
"Estimados y estimadas colegas,
En primer lugar, quiero expresar mi agradecimiento a nuestras afiliadas aquí en Montevideo, Uruguay, por el apoyo prestado a UNI Américas.
Montevideo es nuestro nuevo hogar. Nos han hecho sentirnos bienvenidos y nos han ayudado a instalarnos.
Les agradecemos el apoyo prestado a esta importante conferencia.
Les agradecemos el que hayan asegurado la invitación del Presidente Mújica. Un hombre admirable. Se destaca en contraste con las elites que antes dirigían este continente. Un hombre de profundas convicciones y de medios humildes. Un hombre para el pueblo. Una figura clave de las nuevas Américas. Entre muchos nuevos actores progresistas y políticos.
Quiero expresar mi reconocimiento a Rubén Cortina, Nuestro activo, dinámico e incansable Presidente. No podrías haber hecho más para construir la nueva UNI Américas.
Quiero expresar mi reconocimiento a Adriana Rosenzvaig, Secretaria Regional. La echo de menos en la sede. Ha dedicado toda su pasión y su determinación a la construcción de las nuevas Américas.
Ni un minuto que perder. Ningún obstáculo invencible. Adriana logra que las cosas funcionen.
Estoy orgulloso de Rubén y de Adriana y de todo el nuevo equipo por la gran labor que están realizando.
Nuestro reconocimiento a todos los que han contribuido a nuestro trabajo desde nuestra creación en el (dos mil) 2000.
Cien mujeres de las Américas han llegado hasta aquí para seguir rompiendo barreras por la igualdad, para combatir la violencia de género, para organizar más y más mujeres. Hoy, un nuevo Comité de Mujeres de UNI Américas, está batiendo tambores, están listas para seguir en la lucha.
Nuestro compromiso como UNI, es lograr una representación del 40 % de mujeres en todas las estructuras de la UNI para el beneficio del movimiento sindical y de la sociedad en su conjunto ... y ASÍ LO HAREMOS!
También quiero dar las gracias a las afiliadas de América del Norte, de América Central y de América del Sur y del Caribe por su colaboración, implicación y compromiso con UNI Américas.
Un vasto continente de contrastes.
Del poder económico número uno del mundo, los Estados Unidos, al poder creciente de las economías de América Latina, a las naciones más pequeñas de Centroamérica y el Caribe. Y, sin embargo, todos unidos en una comunidad de UNI Américas.
Un continente en el que Colombia sigue siendo el lugar más peligroso del mundo para ser sindicalista.
Un continente en el que la economía número uno le ha dado la espalda a los trabajadores y las trabajadoras.
Un continente en el que en el Sur vemos políticas progresistas en acción.
Me desconcierta por qué en Estados Unidos el ala derecha quiere parecerse a lo que América Latina solía ser.
Por eso tenemos que estar unidos en esta región, para que políticas progresistas y la justicia social tengan éxito en todo el continente.
Nunca damos por sentado el apoyo de los sindicatos en UNI Américas.
Ahora sabemos que cuando nos unimos, planificamos juntos, actuamos juntos, luchamos juntos, podemos ganar.
Estoy orgulloso de este espíritu de lucha en UNI Américas.
Con sus campañas, han sido ustedes fuente de inspiración para toda la familia UNI Global Union.
Estando dando el ejemplo. Pueden contar con todo el apoyo de UNI Global Union.
Han logrado que nuestra “estrategia rompiendo barreras” sea una realidad en la región. Ha transformado el trabajo de los sectores, de los grupos interprofesionales y del ejecutivo - y de esta conferencia.
Cuando veo a los líderes y a los sindicatos en esta sala, nunca debemos olvidar el largo camino andado para conseguir la independencia, la democracia y una sociedad más justa.
En nuestra memoria viva, gran parte de este continente era un lugar diferente y más sombrío. Dictaduras, asesinatos, desapariciones, familias destrozadas, seres queridos perdidos, represión política - que nunca acabaron con la esperanza de que la voz de la gente triunfara
Las armas o la violencia nunca lograron apagar el sueño de libertad. El movimiento sindical ha sido esa llama de la esperanza, la alternativa para la victoria para la gente.
Recordamos la década perdida. El experimento neoliberal que llevó a las economías a la quiebra, empobreció a la gente y arruinó a toda una generación.
Una década perdida sí, pero desigualdad sembrada por el poder colonial de los Conquistadores. La raíz de la desigualdad nació en esos tiempos coloniales.
Los forjaron a ustedes en el yunque de las políticas del Fondo Monetario Internacional. El desacreditado Consejo de Washington vivió aquí y tiene que enterrarse aquí.
Hoy, celebremos una nueva UNI Américas – las nuevas Américas.
Los eventos recientes en Paraguay son un recuerdo desgastado y triste de cómo eran las cosas. Condenamos el golpe en Paraguay. Creíamos que el capítulo estaba cerrado – nos recuerda que tenemos que estar atentos y ser militantes en defensa de sus democracias.
No queremos que nuestras democracias progresistas estén amenazadas por regimenes autoritarios o por multinacionales excesivamente poderosas.
Estoy encolerizado e indignado con Prosegur en Paraguay, que organizó su propio golpe y despidió a más de trescientos (300) trabajadores.
Me indigna que un fondo buitre de Estados Unidos pueda secuestrar un buque argentino en Ghana. Es un acto de violencia y de piratería.
Hoy las Américas son un lugar en el que el mundo busca respuestas a las cuestiones sociales y económicas más profundas.
De nuestra juventud tenemos la historia del Che, pero ahora se trata de hacer funcionar políticas progresistas. Darles oxígeno. ¿Cómo?
Líderes políticos que rechazan el neoliberalismo. Que no se rijan por el mercado.
No queremos que un mercado financiero, que intenta dirigirnos, nos desvíe de nuestro rumbo.
Los líderes han afirmado su posición.
El mundo lo percibe. Quiere aprender de su experiencia.
Necesitamos un nuevo punto de referencia en la lucha mundial por la justicia social. Están asumiendo ustedes ese punto de referencia, tan válido para los Estados Unidos, como lo es para las nuevas democracias de la primavera árabe. Su éxito de ustedes es tan importante porque en esta economía global hay tantas cosas sumamente preocupantes.
Actualmente tenemos más de dos cientos veinte millones (220) de parados. Tenemos tres coma dos mil millones (3,2) de trabajadores en el mercado laboral mundial.
La mitad de ellos sin contrato.
La mitad de ellos sobreviviendo con unos pocos dólares al día.
La cobertura de la negociación colectiva en retroceso.
El trabajo precario aumenta.
La parte de los salarios en la riqueza producida en disminución.
La desigualdad que aumenta implacablemente.
El uno por ciento (1%) de arriba capta la mayor parte de la riqueza creada.
La riqueza de la familia Walton, propietaria de Walmart, equivale a la del cuarenta por ciento (40%) de la población de los Estados Unidos en su conjunto.
El aumento del conglomerado empresarial mundial. El aumento de una cadena de suministro mundial, que nos está llevando a una carrera hacia abajo. En el espacio de unas semanas más de quinientas (500) vidas perdidas en dos fábricas de textil en Pakistán y Bangladesh.
Quemados vivos. Atrapados en las fábricas. Igual que en el incendio del Triangulo de Nueva York de mil novecientos once (1911)
En Europa estamos luchando por nuestra Europa social.
Los trabajadores y trabajadoras aplastados por la austeridad. Pagando el precio de un sector de la finanza imprudente.
En Europa, tenemos un desempleo del doce por ciento (12%).
En España, Grecia, Portugal supera el veinticinco por ciento (25%).
En algunos países el desempleo juvenil es superior al cincuenta por ciento (50%).
En Europa, tenemos la Troika, un diablo de tres cabezas que está eliminado la negociación colectiva, suprimiendo derechos colectivos, insistiendo en contratos individuales, demonizando a los sindicatos. Una dictadura global de la miseria.
Los sindicatos en Europa están respondiendo. Huelgas generales.
El grito “basta” se oye por las calles.
Luchando por un cambio de rumbo
Los trabajadores no son los causantes de la crisis, pero la están pagando. Son los dependientes, los carteros y las mujeres, los trabajadores de telecentros, los cajeros de los bancos, los técnicos de medios de comunicación, los gráficos, los guardas de seguridad y los estudiantes los primeros en recibir los ataques.
Son nuestros miembros, la gente trabajadora común, los que pagan el precio.
Américas, nos dirigimos a ustedes buscando nuevas respuestas.
Decimos, una vez por todas, que rechazamos un programa regido por el mercado y que solamente le sirve al uno por ciento (1%).
Sus gobiernos progresistas aquí, están utilizando herramientas políticas destinadas a los pobres y a los necesitados.
Conocemos a Carlos Slim, el hombre más rico del mundo y hay muchos como él que siguen siendo el veinte por ciento (20%) más rico de la población, que gana en promedio veinte (20) veces más que el veinte por ciento (20%) más pobre.
Sabemos que la desigualdad sigue siendo un problema importante en todas las Américas. Ahora bien, aquí, en América Latina, estamos empezando a invertir la tendencia en lo concerniente a la pobreza.
Inversión en infraestructuras, en la salud, en la educación, en una red de seguridad social, las transferencias sociales están funcionando. El compromiso de aumentar el salario mínimo. Permitir a los sindicatos negociar y emprender acción.
Tenemos que demostrar que es posible otro mundo, y es lo que están haciendo ustedes aquí.
El trabajo no está terminado. El motor económico está comenzando a moverse para los trabajadores, pero el trabajo no está hecho.
Por eso nuestros sueños “Rompiendo barreras” tienen que convertirse en realidad.
Estamos luchando por un nuevo orden económico. Luchando por valores nuevos, una ética nueva para accionar una economía por el bien común.
Tenemos las respuestas.
Tenemos que proponer una alternativa. Para defender nuestra posición tenemos que ser fuertes. El enfoque de “Rompiendo barreras” es construir sindicatos fuertes. Para afiliar nuevos miembros, tenemos los planes de organización regionales y mundiales más ambiciosos que haya visto el mundo. Tenemos buenos ejemplos en todas partes.
Nuestra ambición es construir. Esto es sólo el comienzo.
Con Ocupar Wall Street hemos visto un despertar.
Cuando los trabajadores y trabajadoras de Walmart salen a las calles en los Estados Unidos, podemos ver un despertar.
Cuando los estudiantes toman las calles en Chile, podemos ver un despertar.
Cuando organizamos a los trabajadores de Carrefour en Colombia, vemos un despertar.
Cuando decimos en el Caribe que vamos a organizar en Digicel, vemos un despertar.
Sigamos insistiendo en realizar nuestro sueño de organizar en sindicatos – para mostrar más éxitos en el Congreso de UNI Global Union de Ciudad del Cabo en dos mil catorce (2014).
Continuamos nuestra presión por acuerdos globales.
Crearemos las alianzas. Llevaremos nuestro mensaje y nuestro trabajo a las raíces de nuestro movimiento. Llevamos la iniciativa a los líderes empresariales. Las Américas nuevas más prósperas, pero donde tenemos participación, donde los principios de una empresa socialmente responsable finalmente se integran en todas las actividades.
El derecho de organizar, el derecho de negociar, un lugar de trabajo libre de discriminación de la igualdad de género.
Los acuerdos globales, el nuevo punto de referencia para el juego limpio en el trabajo.
Una comunidad empresarial a la que tenemos que seguir convenciendo de que cuando se quitan esos pilares de justicia social, el resultado es que su empresa y nuestras sociedades son más pobres.
Han enterrado el consenso de Washington aquí, enterremos también el modelo empresarial de Walmart. En Estados los Estados Unidos ha cobrado un alto precio.
Empresas que gastan millones para aplastar los esfuerzos de organización. Un mercado laboral estadounidense que no es para la exportación.
Hoy en día, solamente hay un seis por ciento (6%) de cobertura del sector privado por convenios colectivos. El resultado es una desigualdad sin precedente y una demanda económica en disminución. Inseguridad. Ira. Este modelo no funciona. Señor Obama, los sindicatos le ayudaron a obtener la victoria. Brinde justicia a los trabajadores y las trabajadoras.
Apelo a todos ustedes entonces para presionar por acuerdos globales como presionamos por la extensión de la negociación colectiva.
La extensión de la negociación colectiva es decisiva.
En la lucha por sociedades más justas, para derrotar la desigualdad.
Nuestra presión por acuerdos globales debe verse como nuestro esfuerzo por promover nuevos valores empresariales para una nueva era de responsabilidad social.
Nuestro trabajo “Rompiendo barreras” está comprometido a obtener el trabajo decente, voz para los trabajadores, un lugar en la mesa.
Nuestra voz en el proceso de integración regional. Una voz para un componente de los derechos humanos en los acuerdos comerciales. Una voz para la economía sostenible.
Para que seamos innovadores en nuestro enfoque y en nuestras comunicaciones.
Rompiendo barreras tiene que funcionar.
Tenemos que aplicarnos.
Los empleos del futuro se encontrarán en los servicios. Tenemos que organizar el nuevo mundo del trabajo.
Innovación en la manera en que llevamos nuestra propia empresa. Por eso deseo saludar el trabajo de nuestro Comité de Mujeres. La norma del cuarenta por ciento (40%) se está convirtiendo en una realidad global. Somos los primeros. Nos está cambiando. Cambiando la manera en que llevamos a cabo nuestro trabajo sindical.
Estamos plenamente inmersos en la revolución de los medios sociales y construiremos estas nuevas plataformas.
En conclusión.
Tenemos las ideas.
Tenemos la energía.
Tenemos la gente.
Tenemos los compromisos.
Han ganado ustedes las Américas nuevas.
UNI Américas y UNI Global Union – juntos.
Rompiendo barreras – juntos.
Muchas gracias. "