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Informe sobre las razones de la semana de Acción Global por México
¿Por qué se están movilizando los trabajadores en todo el mundo en solidaridad con los trabajadores mexicanos?
Los mineros: El 19 de febrero de 2013 marca el séptimo aniversario de la explosión en una mina Pasta de Conchos propiedad de la compañía mexicana llamada Grupo México. La explosión mató a 65 hombres en un acto que Napoleón Gómez Urrutia, Secretario General de los Mineros, calificó como "homicidio industrial". Los cuerpos de 63 de los hombres siguen enterrados en el interior de la mina. No se ha responsabilizado a nadie por la explosión. Gómez Urrutia actualmente está exiliado en Canadá, imposibilitado para regresar a México a pesar de haber desechado las once demandas basadas en acusaciones falsas que se levantaron en su contra. El sindicato está siendo atacado en varias minas propiedad de Grupo México y de la compañía canadiense Excelon Resources. Durante las vacaciones de 2012, la compañía finlandesa PKC que ensambla cables y arneses despidió a 122 trabajadores partidarios de los Mineros, incluyendo la totalidad del comité executivo, después de manipular el recuento por la titularidad a favor del sindicato empresarial.
Los electricistas: El 10 de octubre de 2009, las fuerzas de seguridad ocuparon todas las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro, arrebatándoles su empleo a 44,000 trabajadores electricistas sindicalizados. Hasta el día de hoy, 16,599 de los miembros del sindicato permanecen en resistencia activa, rehusándose a aceptar las indemnizaciones ofrecidas. En una parodia de justicia, el 30 de enero de 2013, la Suprema Corte revirtió una apelación previamente ganada que otorgaba a todos estos trabajadores la reinstalación a sus empleos con un patrón sustituto, salarios caídos y el pago de las pensiones. Nueve de los diez miembros del SME que desde hace casi dos años permanecían encarcelados bajo falsas acusaciones, como ‘rehenes’ del conflicto, fueron puestos en libertad recién el día 14 de febrero.
Los trabajadores de la aviación: Tres años después de que la compañía Mexicana de Aviación se declarara en bancarrota, 8000 pilotos, asistentes de vuelo y personal de tierra siguen sin poder despegar. Se cree que la compañía utilizó préstamos que negociara con el gobierno y bancos privados para invertir en rubros ajenos a la compañía. A pesar de la presencia de inversionistas interesados, se han concesionado las rutas aéreas a aerolíneas de bajo costo no sindicalizadas, y los trabajadores mexicanos del transporte aéreo altamente calificados se han visto forzados a buscar empleo en el exterior.
Los telefonistas: En el mes de junio de 2009, jóvenes estudiantes y recientemente graduados que trabajaban en un centro de atención a clientes propiedad de Telefónica/Atento Mexicana, la cual a su vez está a cargo de sus operaciones, trataron de escapar del “contrato de protección” a través de afiliarse al sindicato independiente de telefonistas de la República Mexicana. Los trabajadores que votaron por una auténtica representación sindical en el 2010 y el 2011, valientemente enfrentaron tanto la violenta intimidación de golpeadores contratados por la compañía como la corrupción de la compañía y de las autoridades locales. Como resultado, cientos fueron despedidos. El centro de atención a clientes número dos del mundo ahora es propiedad de Bain Capital, y la represión continua.
Los trabajadores de fábrica: El 18 de julio de 2011, Bata Internacional, la compañía transnacional productora de calzado, cerró la planta de su filial Sandak en un intento de eliminar al sindicato independiente y hacer que los trabajadores trabajen al destajo desde sus casas sin recibir prestaciones. Los trabajadores siguen en huelga, exigiendo que se re-abra la planta, que se respete el derecho a huelga, y que sus empleos no se conviertan en trabajo a domicilio, que podría llevar al uso de trabajo infantil, a riesgos de salud, y a la falta de protección laboral.
Los Días de Acción Global abren la oportunidad para enfocarse en el deterioro de los derechos de trabajadores y sindicalizados, y para denunciar los abusos de los derechos humanos de los trabajadores en México, nunca antes vistos con este grado de peligrosidad. Cada año, los Días de Acción reúnen a la comunidad global de defensores de los derechos laborales para exigir que México mantenga sus obligaciones internacionalmente reconocidas y sus compromisos constitucionales con los trabajadores.
México forma parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y recién se unió al Tratado de Libre Comercio Transpacífico. Sin embargo, en vez de crear competencia justa y un crecimiento sustentable, el modelo de salarios bajos que sigue crea un círculo vicioso de pobreza e inseguridad que tiene un impacto sobre América del Norte en su conjunto. Mientras no se respeten los derechos de los trabajadores mexicanos, el movimiento sindical global seguirá levantando la voz.
Para entender los problemas
Los sindicatos de protección
Los sindicatos de protección son la piedra angular del anti-sindicalismo y de los ataques al sindicalismo autorizados legalmente en México. Los sindicatos de protección son un sindicalismo corrupto y fraudulento que funciona con la venia del gobierno y de los patrones, obteniendo enormes ganancias a través de mantener los salarios bajos con condiciones mínimas de trabajo por medio de la falsa representación de los trabajadores. Los trabajadores generalmente ignoran que están 'representados'; y es cuando buscan organizarse que se enteran que por años los han estado representando personas a quienes ni siquiera conocen. Algunos sindicatos de protección están ligados al crimen organizado. Otros están ligados a sindicatos corporativos (conocidos como sindicatos "charros" u “oficiales”) que se fundaron inicialmente como instrumentos del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Muchos abogados laboralistas argumentan que los sindicatos de protección no son legales, como aducen el gobierno, los partidos políticos y los patrones, ya que la Ley Federal del Trabajo y las estructuras administrativas tienen algunas fallas fundamentales, como las cláusulas de exclusión que permiten que los sindicatos excluyan a los miembros que busquen una alternativa democrática, y las juntas tripartitas de conciliación y arbitraje que -en realidad- incluyen representantes del gobierno, de los empresarios y de los sindicatos charros, pero excluyen a los auténticos representantes de los trabajadores.
El reconocimiento legal y los derechos de negociación
En México, para formar un sindicato, se les tiene que demostrar a las autoridades del trabajo que se cuenta con 20 miembros. En un mismo centro de trabajo, puede haber más de un sindicato. Si no existe otro sindicato, y se les reconoce su sindicato legalmente, los trabajadores sindicalizados automáticamente tienen el derecho de negociar un contrato colectivo con el patrón, y de llamar a la huelga si el patrón se rehúsa a negociar. Si hay un sindicato que ya está reconocido legalmente, deben ganarse los derechos de negociación a través de lograr el voto de la mayoría de los trabajadores en un recuento por la titularidad. Comúnmente, se evita que los trabajadores expresen su voz en las etapas del proceso de sindicalización correspondientes tanto al reconocimiento como al recuento. El gobierno, por ejemplo, viola sus obligaciones internacionales a través de negar el reconocimiento legal a los sindicatos que no le gustan (es decir los sindicatos independientes y democráticos), y las Juntas de Conciliación y Arbitraje realizan elecciones injustas y fraudulentas para asegurarse de que aunque se reconozca legalmente un sindicato independiente y democrático, no pueda ganar el derecho a la negociación colectiva o bien pospone las elecciones reiteradamente para hacer tiempo para una campaña anti-sindical e ir desgastando el apoyo.
Hasta recientemente, los recuentos sindicales en México se realizaban por votación oral, en donde los trabajadores tenían que votar en voz alta frente a los representantes de la Junta de Conciliación y Arbitraje, de la compañía, de los sindicatos, y muchas veces frente a golpeadores. Aunque recientemente la Suprema Corte declaró que esta práctica era ilegal, son cada vez más comunes prácticas nuevas, como notificar con muy breve aviso que un recuento ha sido pospuesto por meses o incluso por años, siendo cada vez más común que se realicen recuentos en donde se permite que voten los gerentes u otras personas ajenas al centro de trabajo.
Otras prácticas anti-sindicales
No es solamente a través de los sindicatos de protección y de la astuta manipulación de los marcos legales y administrativos que los patrones y el gobierno mexicano atacan a los sindicatos. Emplean otras tácticas, que sin lugar a dudas resultarán conocidas a los sindicalistas de otros países, incluyendo el despido injustificado e ilegal de activistas, amenazas, hostigamiento e intimidación de activistas y sus familias, paros patronales ilegales, el uso de rompehuelgas, y el cierre repentino e ilegal de la compañía. En México, las fuerzas de seguridad muchas veces se encuentran presentes para observar estas tácticas (y no hacen nada por impedirlas) o bien utilizan su autoridad y sus armas para apoyar a los ataques a los sindicatos. En otros casos, grupos de delincuentes o golpeadores contratados de manera aleatoria sustituyen o complementan a las fuerzas de seguridad en su uso de la intimidación o de la fuerza.
El gobierno mexicano ha actuado en flagrante desacato de las recomendaciones de la OIT
En 2009, se notificó al Comité de Libertad Sindical de la OIT sobre el uso generalizado de los contratos de protección y la violación de los derechos sindicales más fundamentales. En el mes de junio de 2012, la OIT realizó una visita a México para investigar e informar al Comité sobre los siguientes puntos:
“(1) cuestiones relativas a las cláusulas de seguridad sindical, las “cláusulas de exclusión”, que fueron declaradas inconstitucionales por la Suprema Corte y que pueden dar origen al tipo de situaciones contempladas en la queja;
(2) cuestiones relativas a la representatividad mínima de los sindicatos para negociar
colectivamente; y
(3) la presunta falta de imparcialidad de las juntas de conciliación y arbitraje (JCAs) y la presunta duración excesiva de sus procedimientos”.
El Comité declaró que “espera firmemente que se realice un diálogo con las organizaciones nacionales más representativas de trabajadores y empleadores, así como las seis organizaciones que son demandantes en este caso o que lo han apoyado”, añadiendo que el Comité “confía en que en el futuro cercano se tomen medidas legislativas y de otra índole que fortalezcan la protección en contra de las prácticas antisindicales que infringen los principios de la negociación colectiva”.
En vez de seguir las Recomendaciones de la OIT referidas al diálogo social, el gobierno mexicano ha intensificado su ataque a los sindicatos independientes y a la libertad sindical. Además, en vez de abordar estos temas en la reciente reforma a la ley del trabajo, de hecho, empeoró el asunto.
Es muy probable que en 2013 empeoren las condiciones de los trabajadores debido a la reciente “reforma” a la ley del trabajo.
El día primero de diciembre de 2012, el presidente Peña Nieto presidió la entrada en vigor de la amplia y poco democrática reforma a la Ley Federal del Trabajo. Es poco lo que hace la ley para corregir las disposiciones legales obsoletas que facilitan la existencia de los contratos de protección, aunque si hace todo lo posible por debilitar la protección individual de los trabajadores y promover el trabajo precario, a través de:
- Aumentar la sub-contratación mediante la enorme expansión de la cantidad y el tipo de contratos temporales y por hora;
- Someter a los trabajadores a evaluaciones arbitrarias de su productividad y de sus aptitudes antes de obtener un contrato permanente y/o una promoción;
- Permitir la subcontratación sin fijar responsabilidades claras con respecto a las condiciones de trabajo, indemnizaciones y demás prestaciones;
- Ampliar el rango de causas para dar por terminada la relación laboral y eliminar la necesidad de informar al trabajador tanto directamente como por escrito sobre su despido;
- Agregar una nueva etapa a los procedimientos legales para aducir un despido injustificado, a la vez que limita los salarios caídos a tan solo 12 meses.
En vez de crear trabajos dignos, este modelo de empleo solamente servirá para mantener los salarios bajos, alentar la rotación de trabajadores, y desalentar la formación de sindicatos.
¿Qué exigimos?
1. Que se respete el estado de derecho. Que el gobierno de México mantenga sus obligaciones constitucionales de alinear las leyes nacionales con los tratados internacionales; que no interfiera en las demandas levantadas en contra de la reforma regresiva a la Ley Federal del Trabajo por cientos de miles de trabajadores en el mes de enero de 2013; y que se adhiera a las reiteradas recomendaciones de la OIT referentes a los sindicatos de protección, y a la salud y seguridad ocupacionales.
2. Que se garanticen las condiciones básicas para la democracia sindical y se ponga fin a la represión y a la persecución a los líderes y activistas sindicales. Que el gobierno de México garantice el empleo sindicalizado de los ex-trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, y de Mexicana de Aviación; que cesen las acusaciones movidas por intereses políticos en contra de los líderes de los Mineros y del SME, y se liberen a sus miembros encarcelados; que Grupo México restablezca el diálogo y asegure una salida negociada a las huelgas de casi 6 años en Cananea, Sombrerete y Taxco; que se promueva la inversión necesaria que permita que Mexicana de Aviación vuelva a surcar los cielos; que se garantice que BATA/Sandak respete los derechos laborales de sus trabajadores, incluyendo el derecho a la huelga; y que se les ordene a las siguientes compañías: PKC Group, Excelon Resources, Bain Capital/Atento México, Grupo Modelo, y Honda, que reinstalen a los activistas y trabajadores despedidos ilegalmente, y garanticen elecciones sindicales libres y justas.
3. Migración. La reforma migratoria integral en Estados Unidos es prioritaria para el movimiento sindical estadounidense. Hemos estado luchando en la primera línea para garantizar que se respeten los derechos labores y los derechos humanos de los trabajadores no documentados en Estados Unidos. Entendemos que una de las mejores formas de garantizar un crecimiento económico incluyente es por medio de garantizar los derechos fundamentales de todos los trabajadores. Mientras que el gobierno de los Estados Unidos está considerando la reforma migratoria integral, esperamos que México reafirme sus compromisos de no sólo proteger los derechos de los trabajadores migrantes en Estados Unidos, sino también de garantizar que se protejan y hagan valer con toda rigurosidad los derechos de todos los trabajadores en México.
4. Que se demuestre el compromiso con mejorar la salud ocupacional y las normas de seguridad. Que se investiguen y responsabilicen a todos los patrones y funcionarios de gobierno responsables de la explosión de la mina Pasta de Conchos que mató a 65 mineros el día 19 de febrero de 2006; que se les proporcione a sus familiares una indemnización adecuada; y se garantice que las mejoras a la ley de seguridad de las mina no sólo incluya a las minas del carbón.
La justicia prevalecerá: las victorias de la solidaridad logradas hasta este momento
En el mes de febrero de 2011, el Tesorero de los Mineros fue puesto en libertad después de pasar 2 años, 2 meses y 20 días encarcelado y de haber sido sujeto a 19 juicios viciados.
En el mes de mayo de 2012, la Suprema Corte dictaminó que el gobierno mexicano debe de reconocer a Napoleón Gómez Urrutia como líder de los Mineros, elegido legítima y democráticamente, en una decisión que limita la interferencia del gobierno en los asuntos internos del sindicato.
En el mes de octubre de 2012, se quitaron las órdenes de detención levantadas en contra del liderazgo del SME y se puso en libertad a uno de los líderes encarcelados. Posteriormente, el día 14 de febrero de 2013, se puso en libertad a 9 miembros del SME que permanecían todavía encarcelados.
Sin embargo, lo más importante es que se siguen organizando los trabajadores y las trabajadoras de México, de todas las edades. Con la solidaridad de cada uno de ustedes, ellos y ellas vencerán.