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Según CONTRAF, el Santander ha adoptado prácticas antisindicales en Brasil.



El banco utiliza la estrategia de llevar ante la justicia un tema que debería abordarse a nivel laboral. El mejor camino para este tipo de situación es el establecimiento inmediato de una mesa de diálogo y escuchar y evaluar los problemas que ambas partes tengan que presentar.



Al ir a tribunales el banco Santander intenta acallar la voz de los trabajadores brasileños que luchan por sus derechos. Esta estrategia está siendo utilizada por el banco español en respuesta a la protesta llevada a cabo por los trabajadores bancarios el día 11 de abril de 2013 en todo Brasil. La protesta puso de relieve los bajos niveles de dotación de personal, los despidos, los objetivos abusivos y al acoso moral y pide mejores condiciones de salud, seguro y trabajo, la igualdad de oportunidades y el reconocimiento de los derechos de los jubilados. El Santander, por su parte, presentó una demanda contra el Sindicato de Bancarios de Sao Paulo, y Región de Osasco, la Fetec-CUT, la Contraf-CUT y varios sindicatos del país.



El banco Santander utilizó esta estrategia de intimidación por primera vez en 2011, cuando el banco español presentó una demanda contra el sindicato a raíz de la protesta de los trabajadores bancarios en el último partido de la Copa Libertadores, que tenía al banco como uno de los patrocinadores del evento. En esa ocasión las organizaciones sindicales fueron condenadas a pagar R$1,5 millón ($732.000) y apelaron esa decisión y ahora están en espera del juicio. Ahora, el Santander exige de la justicia una condena por un monto aún mayor, tratando de paralizar la los recursos financieros de las organizaciones, considerando que de otra manera no lograrán acallar al sindicato como habían esperado cuando llevaron el primer caso ante tribunales. Es inaceptable que una empresa multinacional, que genera en Brasil el 26% del beneficio mundial del grupo, utilice prácticas que no respetan la libertad sindical y la acción sindical. El Santander no puede impedir el legítimo derecho de los trabajadores bancarios de organizarse y expresarse en todo lugar en el que el grupo tenga actividades. Dada la gravedad de esta situación, UNI sugiere que se encuentre otro método para entablar un diálogo productivo con los sindicatos.



UNI y sus afiliadas expresan su total apoyo a los sindicatos brasileños y a los empleados del Santander en Brasil.