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La huelga general programada para este 14 de junio en todo Brasil tiene un mensaje claro para el gobierno de Jair Bolsonaro: la economía no puede mejorar a costa del recorte de derechos de lxs trabajadorxs y pensionados, ni mediante medidas desiguales que polarizan cada vez más a su pueblo.
Las políticas actuales del gobierno brasileño están debilitando de manera activa a la clase obrera y a su representación con unos altos niveles de desempleo que aumentan todos los meses y una economía tocando fondo. La prohibición de deducir las cuotas sindicales de los salarios, la reducción de los salarios, la seguridad laboral y las pensiones están dificultando también la libertad sindical y creando una nueva clase de pobreza.
Pero las calles hablan cuando el Gobierno le da la espalda a su pueblo: lo hemos visto en las movilizaciones masivas contra la reforma Laboral, de la Educación y recientemente contra la Reforma de Jubilaciones. Marcio Monzane, Secretario Regional de UNI Américas manifestó: "Estamos en Brasil para expresar nuestro apoyo a nuestras afiliadas y porque no vamos a renunciar a nuestras conquistas ni a los derechos por los que hemos luchado tanto".
"Paramos contra la Reforma de Jubilaciones, pero también por la libertad de Lula y por una verdadera democracia en donde los intereses y conspiraciones de algunos políticos corruptos no estén por encima del interés del pueblo", concluyó.
Por su parte, la Secretaria General de UNI Global Union, Christy Hoffman, dijo: “El gobierno brasileño no oculta sus intenciones. Quiere empobrecer a la clase trabajadora eliminando las ganancias luchadas y silenciando a los sindicatos recortando los derechos de negociación y ahogando los recursos sindicales. Pero nuestras hermanas y hermanos brasileños muestran una determinación sin fondo para enfrentar este comportamiento despiadado. Ellos ganarán y nosotros estaremos junto a ellos en cada paso del camino".