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Hoy es un miércoles de negro. Un miércoles de negro en donde salimos a las calles a que nos escuchen y entiendan que no podemos vivir en sociedades en donde cada 30 horas muere una mujer en Argentina y cada tres días en Colombia, ni tampoco en un continente donde el 98% de los feminicidios siguen impunes.

Y estas cifras, vaya si alarmantes, no son el único problema que vivimos las mujeres. Vivimos en un mundo en donde la visión masculina se ha impuesto al a fuerza sobre la femenina, no solo en las relaciones interpersonales sino en todos los órdenes de la existencia, desde lo estructural a lo discursivo.

La prédica opresora que se ha convertido en el único punto de vista válido, ha normalizado discursos misóginos, ha establecido los roles entorno al “yo soy” de la mujer y del hombre, y relegado a la mujer a un mero objeto consumible y desechable, a una mercancía en donde no decide sobre sí misma, mucho menos sobre su cuerpo.

Y por esos cuerpos salimos y acompañamos a nuestras afiliadas en las calles hoy y en cada movilización, cada 8 de marzo, 25 de noviembre y cada vez que nos tocan, por esos cuerpos que no los dejaron ser y que hoy lloramos porque ya no están.

Sí, ¡vivas nos queremos! ¡Tocan a una, tocan a todas!

#NI UNA MENOS