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Desde su génesis el TISA ha sido un instrumento antidemocrático que atentó contra el proceso de integración regional en el Cono Sur. Su secretismo y hermetismo se explica solo a través de las recientes revelaciones que se han dado a conocer a través de WikiLeaks: el TISA propone una agenda neoliberal más salvaje y contundente que el actual vigente GATS. Se intenta anclar de una vez y para siempre los sectores claves como telecomunicaciones y finanzas de los países emergentes a los intereses y esquemas de las grandes corporaciones internacionales. A su vez, se intenta eliminar los servicios públicos como tal y lograr una privatización definitiva de sectores claves para lograr justicia social y equidad en la región.

Por estos motivos es que Uruguay recientemente abandonó las negociaciones, luego de un profundo debate interno e interdisciplinario involucrando a los diferentes Ministerios y agencias estatales. En efecto, el proceso de debate democrático y abierto que sucedió en Uruguay reveló que el TISA quitaba soberanía al país y limitaba sus decisiones de política económica en favor de las grandes corporaciones trasnacionales y en contra de los intereses del pueblo uruguayo.

Por dicho motivo, es que desde UNI Américas instamos a los demás países de América a abandonar las negociaciones, sobre todo a Paraguay, miembro pleno del Mercosur, como así también a Chile, Perú, Panamá, Costa Rica, México y Colombia.

Los trabajadores de servicios desde UNI Américas exigimos que se elimine de la agenda gubernamental este acuerdo. Seguiremos de pie hasta que TISA sea derrotado.