¿Somos Todos y Todas Eventuales?
Estamos presenciando el final de la cultura del trabajo. Ese componente declarado en extinción. El trabajo, ¿existirá? Nuestros mayores solían acostarse temprano puesto que “al otro día” debían madrugar para concurrir a “su” trabajo. Actualmente damos vueltas y vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño porque no sabemos, no estamos seguros si mañana aún tendremos asegurada nuestra fuente laboral. En este mundo tan dispar y convulsionado marcan protagonismo los eventuales. De acuerdo al diccionario son trabajadores que no son fijos ni regulares. Sujetos a las circunstancias.- Los eventuales viven permanentemente angustiados, con miedo por peder su trabajo sin previo aviso y sin indemnización.- En el año 2008 hubo más de 100.000 eventuales.- Viven “reclutados” y representados por empresas privadas en las que se inscriben para poder continuar su labor diaria en otras empresas contratantes volviendo a insertarse en el circuito. Existen grandes diferencias entre los de planta permanente y los eventuales, el trato a estos últimos es generalmente abusivo y fraudulento. Se divide así, el colectivo laboral diferenciando intereses. No decimos “deben desaparecer” pero si decimos: Establezcamos mecanismos serios, legales, de caducidad mínima y máxima.- Control y registro de los empleadores informando en tiempo y forma el nombre del Compañero/a eventual, demostrando así el cumplimiento de “las buenas prácticas”. Muchas multinacionales, ya sean de producción o de servicios disponen regularmente de cierta cantidad de trabajadores eventuales, según declaran “por exigencias extraordinarias” del mercado.- Si ésta fuera la razón deberían cumplirse con los términos establecidos en la Ley de C.T. Nª 20744.- La falta de control conlleva a la desigualdad y marcan las diferencias que se crean con respecto a las mujeres en su labor, la que deja de ser óptima.- No lo es ni social ni remunerativamente. La relación que se establece es invisibilizada ya que no existe un equilibrio natural. En estos encuentros que compartimos volvemos con los mismos problemas que trajimos de nuestros países, pero no la misma mirada ni el mismo conocimiento. Estos encuentros son la base del intercambio y aprendemos a solidarizarnos con la problemática internacional. Regresamos con la firme convicción que es posible cambiar las relaciones sociales y laborales con nuevas estrategias y así, continuar luchando por nuestros Derechos. Cada paso avanzado firmemente hacia nuestros logros debemos darlos con esperanza, con motivación y reto. Las mujeres somos portadoras del mensaje de Paz y Amor, ya que nuestra vida es una sucesión de lecciones, aprendiendo a vivir paso a paso. Reivindiquemos nuestro protagonismo, acompañando a los hombres en la interacción, en los proyectos y experiencias. Los años dedicados al trabajo son los cimientos indestructibles que permanecerán siempre intactos en nuestros recuerdos. Presentación: Angelina Menéndez S.U.T.E.P. Argentina. |