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La tienda permaneció de esta forma hasta las 10:30 cuando la gerencia de Walmart llegó y acordó una reunión de negociación con los trabajadores y su sindicato el viernes.



Los trabajadores tomaron la medida de fuerza después de persistentes problemas con el reloj de marcar entradas y salidas, cambios de función, retrasos en beneficios y jornadas de trabajo excesivas. El Sindicato de Comercio de São Paulo exige que la empresa cumpla con los derechos laborales de sus empleados.



El paro ocurrió después que Walmart canceló una reunión de dialogo para discutir diversos problemas laborales. En 2012, Walmart reporteó a sus inversionistas que la empresa había reservado US$60 millones para pagar multas laborales en Brasil.



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