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La represión del gobierno del Reino Unido con respecto a los derechos sindicales es una reminiscencia del ex dictador chileno Augusto Pinochet y un ataque contra a la democracia, ha dicho Philip Jennings, Secretario General de UNI Global Unión.

Las profundas reformas harán que las huelgas legales sean prácticamente imposibles al imponer un mínimo del 50% de participación, necesitando las huelgas del sector público el respaldo de al menos el 40% de los trabajadores con derecho a voto.

Las leyes también obligarían a los sindicatos a dar a los empleadores 14 días de preaviso de acción colectiva inminente y permite a éstos últimos traer a personal de agencias para reemplazar a los trabajadores en huelga.

"Hace poco me reuní con el ministro de Trabajo de Chile que me dijo que, en virtud de sus reformas laborales, Chile suprimiría las disposiciones relativas al reemplazamiento de huelguistas de los estatutos, porque eran un "lamentable legado de Pinochet", dijo Jennings. "¿Por qué el Partido Conservador está decidido a seguir el ejemplo de un hombre como Pinochet?"

"Este es el peor ataque contra los sindicatos desde los días del gobierno de Thatcher y la familia UNI Global Union compuesta de 20 millones de trabajadores se mantiene unida con nuestros miembros del Reino Unido en la oposición a estas medidas draconianas."

Según la central británica TUC, las propuestas dificultarán todavía más conseguir un incremento salarial muy necesario, detener la pérdida de empleos o la negociación de mejores condiciones de trabajo. Harán más duro para los sindicatos desempeñar su trabajo usual de tratar los problemas en el lugar de trabajo antes de que se conviertan en conflictos.

"El proyecto de ley es la encarnación moderna de cómo sancionar a las personas por atreverse a defender sus derechos", dijo Francis O' Grady, Secretario general del TUC.

"Este gobierno está decidido a despojar de poder de negociación a los trabajadores y a dar a los jefes la ventaja durante los conflictos. Incluso aunque las votaciones logren alcanzar los nuevos umbrales, los empleadores pronto podrán traer a personal de agencias para romper huelgas".

Tenemos una nueva paradoja global. En todo el mundo, se está denegando a los trabajadores y trabajadoras el derecho a organizarse, el derecho a negociar y el derecho de huelga y, sin embargo, el FMI considera que la caída de la sindicalización en las economías avanzadas y su impacto en el poder de negociación de los trabajadores es un elemento clave del aumento de la desigualdad económica.

Estudios sugieren que aproximadamente una quinta parte del aumento de la desigualdad económica en Estados Unidos, por ejemplo, es el resultado de la disminución de la capacidad negociadora de los sindicatos.

"Para entender la creciente desigualdad, debe entenderse la campaña coordinada y con recursos efectivos contra del movimiento laboral, que ha dejado estancados los salarios de la clase media durante décadas", dijo Jennings.

"Aunque el Partido Conservador ha pretendido hacer creer que los sindicatos frenan el crecimiento económico, la realidad es precisamente lo contrario. Los trabajadores necesitan dinero en el bolsillo para impulsar la economía".

"Por primera vez en la historia la mayoría de las personas que viven en la pobreza en el Reino Unido tiene trabajo. Este es el legado de los ataques anteriores contra los sindicatos de los conservadores. No quiero ni pensar lo que va a ocurrir ahora."

El proyecto de ley sobre sindicatos se presentará ante la Cámara de los Comunes el miércoles y encarna la peor represión de los derechos sindicales en 30 años.