Seguimos caminando con bastón, nunca arrodilladas: Estela de Carlotto
Por lo que ha sido una vida entera de lucha por la identidad, UNI Américas, quiso reconocer la labor de la organización Abuelas de Plaza de Mayo. En el día de cierre de la Conferencia Regional y un día antes de celebrar el día internacional de los Derechos Humanos, UNI Américas entregó el Premio Libres de Temor a Estela de Carlotto, la abuela que preside de la organización argentina.
Con un tono dulce pero firme, la firmeza que le otorgan sus 86 años de vida, Estela dirigió la distinción y el reconocimiento de su lucha, que no es sólo de ella sino de cada una de las abuelas de Plaza de Mayo: “Agradezco que me consideren una luchadora sin temores, tomando riesgos. Pero me da un poco de vergüenza porque soy un mujer común, una mujer argentina”, indicó.
«Desde 1930 tuvimos dictaduras cívico militares, estas dictaduras con complicidad de los civiles nunca vinieron a favorecer al pueblo sino a someterlo. Además nuestra generación fue criada por una prensa monopólica y un gobierno de facto. En Argentina siempre hubo una lucha visible por estas circunstancias políticas, pero la lucha la dieron la clase obrera y los estudiantes, el resto de los argentinos éramos sujetos pasivos”, agregó.
"Todos los días desaparecían estudiantes de la ciudad de La Plata, que es una ciudad de estudiantes. Entonces un día le dijimos a mi hija: -Laura, tenemos todo para que te vayas-. Ella me miró y me respondió: -Mama nosotros no queremos morir, ninguno de nosotros queremos morir, tenemos un proyecto de vida, pero no nos da miedo morir, y sabemos que nuestras muerte no va a ser en vano-", indicó.
"Llegó el momento en que Laura no llegó, no llamó y fue una víctima más. Me tocó buscar a mi marido que también había sido secuestrado y torturado. Fue difícil, primero me tocó aprender a buscar un desaparecido, que era un cosa que daba miedo porque la gente decía que si a los desaparecidos les pasaba eso era por algo", señaló.
"Buscamos a Laura cuando mi marido fue liberado, pero estábamos solos, no sabíamos dónde buscar. Alguien me dijo: no estás sola Estela, hay otras señoras como vos que están buscando a sus hijos y a sus nietos. Así nos conocimos y nos juntamos las abuelas y seguimos caminado, aunque sea con bastón porque nunca nos arrodillamos", concluyó