Movimiento laboral y comunidad empresarial estadounidenses se unen contra la vergonzosa actitud de Trump ante el terrorismo en Charlottesville
Después de la inquietante y reveladora respuesta del presidente Donald Trump a una turba asesina de supremacistas blancos en Charlottesville, el movimiento laboral estadounidense se ha unido en una única voz contra el racismo y el derecha alternativa.
El Presidente de RWDSU y el Presidente Mundial de UNI Comercio Stuart Appelbaum emitieron una declaración diciendo: "El nacionalismo blanco mostrado este fin de semana no tiene cabida en nuestras comunidades, en nuestra política o en nuestros lugares de trabajo, es nuestra responsabilidad resistir las odiosas ideologías que se han convertido en una corriente alarmante en el año transcurrido. Mis pensamientos y oraciones están con las víctimas de estos actos de violencia terrorista en Charlottesville, Virginia."
"En nombre de sus miembros, la CWA deja en claro que rechaza “Las viles acciones y la retórica de los supremacistas blancos que hicieron gala de su odio e intolerancia este fin de semana en Charlottesville.”
La reacción inicial de Trump a la muerte de la activista antirracista Heather Hayer el sábado fue culpar a las "diversas partes" de la violencia, y durante una rueda de prensa anárquica el martes, el presidente Estados Unidos repitió vergonzosamente esta absurda semejanza entre neonazis y contra manifestantes antirracistas.
La respuesta de la Presidenta del SEIU Mary Kay Henry a Trump resumía el estado de ánimo del movimiento declarando "las observaciones del Presidente Trump. . . son reprobables. Y es doblemente culpable al culpar a "ambos lados" del odio, la intolerancia y la violencia en Charlottesville, en lugar de oponerse a los supremacistas blancos y a sus opiniones racistas, contra los inmigrantes, antisemitas y anti LGBTQ, y defender a los americanos atacados en Charlottesville y a lo largo de la historia.”
Richard Trumka, Presidente de AFL-CIO, escribió en the New York Times, "Nosotros, en la comunidad laboral, nos negamos a normalizar la intolerancia y el odio. Y no podemos por conciencia tender la mano ofreciendo cooperación a aquellos que la aprueban". Trumka dimitió del cargo de Presidente del American Manufacturing Council porque "no puede sentarse en un consejo por un presidente que tolera la estrechez de miras y el terrorismo interno.”
Líderes empresariales como Ken Frazier, Director Ejecutivo de Merck; Kevin Plank, líder de Under Armour; Brian Krzanich, CEO de Intel, y Scott Paul, Presidente de la Alliance for American Manufacturing, se unieron a Trumka dimitiendo del consejo consultivo.
"Los líderes de América deben honrar nuestros valores fundamentales", dijo Ken Frazier, presidente de Merck al anunciar su renuncia, "al rechazar claramente las expresiones de odio, fanatismo y supremacía de grupo, que van en contra del ideal estadounidense de que todas las personas son creadas iguales".
Tras estas deserciones, Trump disolvió el grupo.
A medida que se iba desplegando la controversia, un grupo creciente de ejecutivos y líderes republicanos ha expresado su desaprobación ante la negativa de Trump de condenar firmemente a los supremacistas blancos. Sin embargo, algunos líderes de la industria, incluyendo Michael Dell de Dell Computers, se han mantenido en silencio o neutrales.
"No hay excusa para el racismo, y el silencio ante la respuesta espantosa de Trump ante las violencias en Charlottesville es cobardía en el mejor de los casos. Del apartheid a la derecha alternativa, el movimiento sindical mundial tiene una larga historia de resistencia al odio y de fomento de la justicia. Nos uniremos en nuestros sindicatos, en nuestros trabajos, en nuestras comunidades y en nuestras calles para combatir el programa de división del gobierno de Trump y el racismo que ha auspiciado ", dijo Philip Jennings, Secretario General de UNI Global Union.