Globalizar la lucha
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El secretario regional de UNI Américas, Raúl Requena, piensa que el movimiento obrero “debe empezar a utilizar” las herramientas vinculantes que existen a nivel internacional para denunciar prácticas anti-sindicales, para contrarrestar la estrategia de los empleadores de “apropiarse” de esos espacios. Desde la UNI se está impulsando la firma de acuerdos marco con empresas globales con el propósito de garantizar el cumplimiento de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). “Aunque no sean estrictamente una negociación colectiva, con estos acuerdos colocamos la relación de las trasnacionales con los sindicatos en un escenario más fácil”, sentenció el dirigente chileno. Requena dijo que la mayoría de las trasnacionales, sobre todo las españolas, reconocen que el 65% de sus utilidades provienen de las operaciones en América Latina, pero igual mantienen una importante brecha salarial entre ambas realidades. “No decimos que un trabajador de Bolivia, Chile o Uruguay gane lo mismo que se paga en España, pero tiene que haber una relación más lógica. Estas multinacionales tienen una tendencia a desconocer los convenios internacionales, y a actuar de manera diferente en América Latina que en sus países de origen”, continuó. Esa situación incluye a firmas como la transportadora de valores Prosegur, a las tiendas Zara, los bancos Santander y BBVA, la empresa de telecomunicaciones Telefónica y las corporaciones energéticas Endesa y Unión Fenosa, entre otras. También se han registrado, por sus posturas anti-sindicales, conflictos con otras empresas multinacionales como City Bank, Itaú, Wal-Mart y Carrefour, “Muchas persecuciones sindicales terminan en situación más complejas. Hay escuadrones de la muerte en Guatemala, Brasil y en Colombia, y algunos de ellos, según algunas investigaciones, han estado vinculados a multinacionales. Se comprobó por ejemplo que personeros de la bananera Chiquita Brands habían contratado a sicarios en Colombia”, continuó. Para denunciar estas situaciones el movimiento sindical tiene instrumentos vinculantes a nivel internacional que “debe empezar a utilizar”, según Requena. Puso como ejemplo el Pacto Global de Naciones Unidas, que está incluido en los desafíos del milenio y establece obligaciones para las grandes empresas que lo suscriben. “Cuando uno tiene problemas con una empresa global lo primero que tiene que hacer es saber si tiene suscripto el pacto global y comunicarse con el punto de contacto de Naciones Unidos”, planteó. Aunque no todos los Estados de América Latina integran ese espacio, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tiene una de guía de acción sobre las prácticas de las multinacionales. “Ahí también se pueden denunciar las prácticas anti-sindicales, o en comité de libertad sindical de la OIT. Son herramientas para empezar a utilizar, que es algo que los empleadores ya aprendieron hace rato y por eso se han apoderado de esos espacios, con lobbistas y abogados, y a los sindicatos les cuesta más, porque muchos tienen la idea que son ámbitos meramente burocráticos”, concluyó. UNI Américas es la división regional que representa a todo el continente americano y el Caribe, y tiene su oficina regional en Panamá. La federación, cuya sede mundial está en Suiza, abarca los sectores de servicios, bancarios, seguridad privada, postales, comercio, telecomunicaciones, profesiones liberales, trabajadores del espectáculo, entre otros. Representa a 25 millones de trabajadores en todo el mundo, y Requena es el responsable político y administrativo de la oficina regional. Fuente: CCSCS |