Gas Natural: Una empresa violadora del salario mínimo en Nicaragua
Managua. La Confederación de Trabajadores de la Energía de Nicaragua. COTRAENIC, contraparte activa del Proyecto Observatorio Sindical, denuncia públicamente que luego de casi un año de lucha tenaz y silenciosa, en el plano internacional, que Gas Natural-Fenosa, que en Nicaragua utiliza el nombre comercial de DISNORTE-DISSUR, no cumple con el pago del salario mínimo establecido por la Ley para el sector eléctrico a buena parte de sus trabajadores.
No cumplir con la normativa del salario mínimo es muy grave en cualquier lugar del mundo. En el caso de Nicaragua no es aventurado decir que es una situación que reviste suma gravedad. El Fondo Monetario Internacional y otras agencias internacionales de crédito identifican a Nicaragua como el país con el PIB per cápita más bajo de todo el hemisferio occidental, solo superado por Haití.
Para el año 2009, Nicaragua obtuvo, según este organismo, un PIB per cápita anual de tan sólo 1.025 dólares americanos. Podría decirse que en promedio cada nicaragüense tan sólo tiene la posibilidad de generar un PIB per cápita mensual de USD 85,41. La gravedad es clara; una empresa que tiene en sus manos casi el monopolio de la distribución de la energía eléctrica en todo el territorio nicaragüense, que tiene, según sus propios datos algo más de 650 mil clientes, y que no sea capaz de cumplir con la normativa legal de ajustarse al pago del salario mínimo a buena parte de sus trabajadores (aunque fuera sólo uno es un grave delito), delata que existe un problema muy serio. Esto pone en duda los más elementales niveles de credibilidad que debe tener una empresa transnacional de esta de magnitud y que además se desempeña en un sector clave de cualquier economía, como lo es el sector eléctrico. Tener la posibilidad de posicionamiento que tiene en estos momentos Gas Natural-Fenosa en el mercado eléctrico en Nicaragua, la obliga a estar en la vanguardia de todos los aspectos que una empresa moderna debe atender, por supuesto lo que incluye el justo reconocimiento a los derechos de sus trabajadores y no entrabarse en una política de regateo del mismo.