La UE tiene que esforzarse más para proteger a los trabajadores de la confección
La UE debe esforzarse más para proteger a los trabajadores de la confección de Bangladesh, garantizando que el gobierno del país cumple con las reglas de su acuerdo comercial, tal fue la conclusión de una evaluación recientemente efectuada por los global unions UNI e IndustriALL.
El Pacto de Sostenibilidad, acordado por la UE y Bangladesh tras el derrumbamiento de la fábrica Rana Plaza en 2013, fue creado para abordar las preocupaciones en lo concerniente a las condiciones laborales en el país asiático. Pero, a pesar de las promesas que hizo el Gobierno de Bangladesh en su momento, hasta ahora no ha implementado mejoras duraderas.
"El Gobierno de Bangladesh no ha tomado medidas significativas para poner en práctica los cambios que acordó como parte del Pacto de Sostenibilidad", dijo Christy Hoffman, Vicesecretaria General de UNI. "Creemos que la UE tiene la responsabilidad y la capacidad de influir en la situación en Bangladesh mediante sus preferencias comerciales y que debe hacer utilizar más su poder y su influencia para asegurar mejoras significativas e inmediatas".
En la evaluación se puso de manifiesto un aumento preocupante de la discriminación contra los sindicatos y se puntualizó que el Gobierno de Bangladesh era directa o indirectamente responsable de una serie de graves violaciones de derechos laborales en clara infracción de las normas de la OIT integradas en el acuerdo comercial.
Entre las preocupaciones planteadas por los global unions se cuentan:
- Más de 100 casos de discriminación contra los sindicatos en las fábricas donde se han registrado nuevos sindicatos
- El fracaso del gobierno de garantizar la libertad sindical.
- La imposibilidad para muchos trabajadores de organizarse y formar sindicatos sin represalias
- La imposibilidad para los trabajadores de negociar colectivamente para garantizar condiciones de salud y seguridad sostenibles e impedir futuras tragedias.
La catástrofe del Rana Plaza, en la que murieron alrededor de 1.300 trabajadoras y trabajadores, condujo a darse cuenta de que la industria de prendas de vestir del país se había construido sobre una base de desacato de las normas internacionales del trabajo y sobre un modelo empresarial global de carrera a la baja.
A través del Pacto de Sostenibilidad, el Gobierno de Bangladesh accedió a respetar tres pilares de cambio, es decir mejorar el respeto de los derechos laborales, poner en práctica un plan para la seguridad en el trabajo y de los edificios y el fomento de una conducta empresarial responsable.
"La nueva normativa no ha mejorado la posibilidad para los trabajadores de registrar sindicatos, ni les ha dado ningún tipo de protección contra el despido o la discriminación injusta", dijo Hoffman. El informe cita una serie de incidentes de acoso y de violencia antisindical.
El Gobierno ha cambiado su legislación laboral en algunos aspectos marginales después de firmar el acuerdo, se indica en la evaluación, pero los cambios están muy lejos de las normas internacionales. Y los reglamentos que implementan la nueva legislación laboral, publicados hace sólo unos pocos meses, no han resuelto los problemas y en algunos casos los ha agravado.
Además, hasta este año el Gobierno no ha puesto en práctica ninguna reglamentación para permitir que los nuevos cambios vayan adelante.
UNI e IndustriALL firmaron su propio acuerdo, con 200 marcas de ropa, después del desastre del Rana Plaza para mejorar las condiciones de salud y seguridad en las fábricas de ropa de Bangladesh. Desde entonces, en virtud del Acuerdo de Bangladesh, se han inspeccionado 1500 fábricas que conciernen a dos millones de trabajadores. Un aspecto fundamental de la sostenibilidad y la seguridad futuras para el sector, analizan ambos sindicatos, será que los trabajadores tengan la posibilidad de hablar acerca de los problemas de salud y seguridad a través de sus sindicatos.