BM: La informalidad en AL crea paradoja de seguridad social
RIO DE JANEIRO, 8 de junio de 2010 – Según un nuevo reporte del Banco Mundial, a medida que la recuperación económica aumenta su ritmo, América Latina y el Caribe se enfrentan a retos importantes en cuanto a gastos de seguridad social.
El reporte señala que a pesar de que en la mayoría de los países de la región existen programas de transferencia de efectivo condicionados con objetivos bien definidos que protegen a los más necesitados, las pensiones, los seguros de desempleo y de salud únicamente cubren a una pequeña parte de los trabajadores. Además, la crisis financiera de 2008-09 ha demostrado que los sistemas diseñados para ofrecer apoyo y servicios sociales para los más vulnerables siguen estando mal equipados para proporcionar una protección adecuada contra la crisis a la mayoría de los trabajadores, especialmente aquellos en el sector informal.
El reporte, titulado Hacia una Protección Social Eficaz para Todos en América Latina y el Caribe: De los Derechos a la Realidad indica que los países todavía tienen que hacer frente a la poca cobertura del seguro social contributivo ya que las recientes reformas no han resuelto el problema. La principal dificultad es que los sistemas obligatorios de la región para la provisión de pensiones, seguro médico y las prestaciones por desempleo no son aptos para cubrir a los trabajadores en el sector informal. Más de la mitad de los trabajadores de la región está empleada en el sector informal y no está cubierto por la seguridad social.
"Las políticas sociales alternativas son capaces de reducir la pobreza en América Latina y el Caribe", dijo Carlos Eduardo Gabas, Ministro de Brasil de la Seguridad Social, durante su intervención en la Segunda Conferencia de Río de Janeiro sobre el Desarrollo Humano. "En Brasil, la fuerte inversión en programas sociales ha llevado al país a través de la crisis financiera mundial de una manera menos turbulenta. Sin embargo, todavía hay mucho trabajo por hacer para poder ampliar nuestros programas de seguridad social”, agregó Gabas.
Los sistemas de seguridad social en la mayoría de países están fragmentados, lo que significa que programas paralelos ofrecen diferentes beneficios a diversos sectores de la fuerza de trabajo, incluso cuando hacen contribuciones similares. Las pensiones, las prestaciones por desempleo, y los sistemas de seguro de salud tienen déficit en muchos países, que serán financiados con los impuestos de las generaciones actuales y futuras. Del mismo modo, los programas de asistencia social de la región que proporcionan transferencias dirigidas a los hogares más pobres, todavía no han alcanzado todo su potencial para prevenir la pobreza y para promover mejoras en las áreas de salud y educación.
"En este momento la mitad de los trabajadores de la región están excluidos de los derechos fundamentales a la seguridad social", dice Helena Ribe, gerente regional del Banco Mundial para la protección social. "La apertura de las pensiones, seguro de desempleo y salud para incluir a los trabajadores informales serán vitales para el impulso de empleos de calidad y el crecimiento económico así como para proteger a los trabajadores contra futuras crisis", agregó Ribe.
La herramienta de protección social más notable en América Latina y el Caribe ha sido la introducción de sistemas de transferencia de efectivo condicionados con objetivos bien definidos. Estos sistemas han proporcionado protección social a millones de familias pobres por primera vez y se han adoptado como modelo por los países en desarrollo en todo el mundo. Estos programas han fortalecido las redes de lucha contra la pobreza, pero aún existe la posibilidad de concentrarse más en la promoción del desarrollo del capital humano y la conexión a oportunidades de empleos de buena calidad.
"Brasil es visto por el mundo como un país que ha tomado una decisión fundamental para ampliar las políticas públicas, como el programa brasileño de transferencias de efectivo condicional Bolsa Familia, que beneficia a 12.4 millones de familias", dijo Marcia Helena Lopes, ministra brasileña de Desarrollo Social.
Los trabajadores informales deben tener acceso a programas de seguridad social
De los Derechos a la Realidad señala que en muchos países, lejos de disminuir, la informalidad ha aumentado en las últimas décadas. Muchos trabajadores pasan del sector formal al informal y viceversa (así como del sistema de seguridad social) varias veces durante su vida laboral. En la Argentina, Chile y Uruguay, por ejemplo, el trabajador promedio contribuye a la seguridad social sólo la mitad de su vida laboral. El nivel más bajo de la informalidad se encuentra en Chile con aproximadamente 40 por ciento, y la mayor es en Bolivia con cerca de 75 por ciento.
El estudio destaca cinco principales retos para los encargados de hacer las políticas públicas de protección social:
• Hacer frente al escaso avance que se ha logrado en la ampliación de cobertura del seguro social. Esto se analiza con los nuevos datos de los países de la región sobre el alcance de los programas contributivos y no contributivos de apoyo de ingresos para la vejez, salud y protección por desempleo.
• Reducir la fragmentación de los arreglos institucionales en el seguro social, el cual surge en parte debido al desarrollo especial de programas subsidiados lo cual provoca una distribución y adecuación de beneficios diferenciada entre los aseguradores y los grupos de población.
• Cambio de la naturaleza opaca y a menudo regresiva, de financiación y de redistribución de seguridad social y la consiguiente falta de viabilidad financiera para muchos programas y sistemas.
• Reforzar la orientación y los efectos de reducción de la pobreza de los programas de transferencia de ingresos, para aumentar su impacto en la acumulación de capital humano, mejorar su capacidad de respuesta a las crisis, y garantizar que se eviten efectos desalentadores del mercado de trabajo.
• Fortalecimiento de los programas activos del mercado laboral de la región, mejorar la importancia de los programas de formación, y aumentar la eficiencia de la búsqueda de trabajo.
El informe también sostiene que los programas contributivos de seguridad social deben estar abiertos a todos los trabajadores, independientemente de su lugar de trabajo. Esto significa mantener un seguro obligatorio en el sector formal así como promover la inclusión de los trabajadores del sector informal en los programas de seguro social contributivo de manera opcional y con incentivos financieros e institucionales adecuados.
El informe del Banco Mundial fue presentado con la participación de 200 expertos en desarrollo y funcionarios gubernamentales procedentes de veinte países que se reunieron en Río de Janeiro para la Segunda Conferencia de Río de Janeiro sobre el Desarrollo Humano de 7 a 9 jun 2010. El tema de la conferencia de este año es Hacia una Protección Social Eficaz para Todos en América Latina y el Caribe: De los Derechosa la Realidad y fue escrito por Helena Ribe, Ian Walker y David Robalino.
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