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Con apenas dos años, Adriana sintió que su corazón “estaba con los que lloraban”. Era el año 1952 y en la convulsionada Argentina Eva Perón fallecía de cáncer. La familia y los vecinos de la entonces pequeña Adriana lamentaban la pérdida entre sollozos. Otros festejaban. “Yo siento que mi primera opción política nació ese día cuando sentí que había una grieta en un pueblo desesperado. Ese día sentí que mi corazón estaba con los que lloraban”, cuenta Adriana Roserzvaig, Secretaria Regional de UNI Américas en un discurso que emocionó e inspiró a los casi 600 asistentes a la IV Conferencia de UNI Américas que se realiza en Medellín, Colombia.

Volviendo por sus recuerdos de niñez vuelve a su patria guacha prometiéndose regresar a estas tierras para militar “con toda mi fuerza y energía en la Argentina de nuevo”. 

“Hemos batido tambores, los hemos batido en todo el continente. El eco circuló por cada rincón, por cada sindicato. Junto con el sonido, creció la dignidad y el compromiso, y junto con ellos, el orgullo de pertenecer a UNI, de ser UNI, de integrar UNI Américas”.

La Secretaria Regional recordó que la pasada conferencia ocurrió hace cuatro años en Montevideo, y que hace cinco UNI tomó la decisión de transformar la experiencia política y sindical en las Américas, para hacerla más militante, más cercana a los sindicatos, más transformadora.

“Nos produce un gran alborozo ver este salón atiborrado de compañeras y compañeros, poner cada vez más sillas en las Conferencias pasadas estos días es símbolo de una nueva UNI Américas y su entusiasmo por participar, por ser parte, por crecer, por romper barreras, por recorrer nuevos caminos”, subrayó.

“El arte de nuestros enemigos es desmoralizar. Los pueblos oprimidos no vencen. Nada grande se puede hacer con la tristeza por eso venimos a combatir con alegría. ¡La alegría y la esperanza son nuestro motor y son el motor de nuestra región!”, indicó.

Asimismo, la Secretaria Regional agregó: “Hemos crecido en unidad, hemos crecido en experiencia, hemos crecido en solidaridad. Quiero agradecer el enorme afecto de los sindicatos de esta región. Cuando fuimos a Chile, a Perú, y planteamos vamos a crecer, lo hicimos. Cuando fuimos al Caribe casi ni nos hablábamos, había desconfianza, hoy somos uno. Y en Colombia hemos tenido toda la confianza de los sindicatos. He disfrutado cada momento, cada huelga, cada discusión política, cada movilización. Gracias”, concluyó.