News

Los sindicatos brasileños de  la CUT, Forza Sindical y UGT , junto con UNI Américas, se han dado cita en Porto Alegre para participar del Foro Social, intercambiar informaciones y denunciar la conducta antisindical de la empresa.

Los  repetidos esfuerzos por parte de la Red y de UNI Américas por entablar un verdadero diálogo con la empresa han fracasado. En las reuniones que se sucedieron durante el 2013 los distintos representantes de Walmart se comprometieron con los sindicatos brasileños y con UNI a actuar sobre los problemas expuestos y a informar con claridad sobre su decisión de cerrar 25 tiendas. Promesas vanas. La empresa simula que dialoga, pero sigue manifestando una conducta de falta de respeto hacia las organizaciones sindicales y hacia UNI. “Desde el mes de mayo estamos reclamando que se solucionen 13 problemas críticos. La empresa toma nota y jamás responde”, comentó Eduardo San Román, Director de UNI Comercio.

Y no son problemas menores. Son cuestiones graves, que atentan contra los derechos de los trabajadores y trabajadoras, su salud y su dignidad: El derrumbe de parte del techo de un depósito en la localidad de Joao Pessoa, problemas estructurales y de climatización, permanencia forzosa en el puesto de trabajo (lo que obligó a una trabajadora a hacer sus necesidades fisiológicas delante de los clientes y sus compañeros, con la consiguiente humillación que esto significa). Y no es un hecho aislado: esta práctica reiterada ha generado afecciones serias entre el personal de Walmart.

“Walmart  no quiere escuchar las voces de los trabajadores que en todo el mundo están denunciando sus conductas antisindicales y antilaborales. Salarios miserables, pésimas condiciones de trabajo”, dijo Adriana Rosenzvaig, Secretaria  Regional de UNI Américas.”Tampoco está escuchando a muchos de sus accionistas y clientes que están hartos de una empresa carente de toda sensibilidad social, que explota a los trabajadores, corrompe gobiernos y destruye el medio ambiente”, concluyó Adriana.

Cabe señalar que en el año 2013 Walmart en Brasil fue condenada   por el Ministerio de Trabajo a pagar una multa de USD 10 millones por reiterados actos de acoso moral y discriminación en contra de sus trabajadores.  Entre otras cosas, los mismos eran obligados a cantar y a bailar el himno motivacional de la empresa.