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UNI, en nombre de todos sus miembros de todo el mundo, transmite sus condolencias a las familias de Redondo y Ordóñez y al sindicato de Redondo, la Unión Sindical Obrera (USO).



Redondo y Ordóñez, padres de cinco niños pequeños, fueron asesinados en su casa el 17 de Enero. Redondo trabajaba para PEI Energy, una empresa controlada por Ecopetrol, la empresa petrolera administrada por el gobierno colombiano. Asistió a un foro petrolero regional en su región natal tan sólo cuatro días antes de ser asesinado.



UNI pide al gobierno colombiano que lleve a los responsables de los asesinatos de Redondo y Ordóñez ante la justicia. El Secretario General de UNI, Philip Jennings, y la Secretaria Regional de UNI Américas, Adriana Rosenzvaig, han enviado una carta expresando sus condolencias y solidaridad con la USO.



“Estamos unidos en la lucha contra la violencia extrema a la que se enfrentan cada día nuestros compañeros y compañeras sindicalistas en Colombia”, dicen Jennings y Rosenzvaig en su carta. “Saludamos el valor de todos los compañeros y compañeras que hemos perdido en Colombia y el de aquellos que continúan luchando por sus derechos laborales. Es inaceptable que el gobierno colombiano no haya conseguido poner fin al entorno brutal en el que se encuentran los sindicalistas, los defensores de los derechos humanos, los periodistas y todos aquellos que defienden lo que es correcto”.



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