Trabajadores de Ripley Perú en conflicto
Los trabajadores de la cadena de tiendas Ripley de Perú permanecen en conflicto con la empresa que en una actitud totalmente arbitraria, prohibió recientemente el uso de cintas portafotochek con el logo del sindicato. La empresa impuso un sistema de control e identificación para la entrada y salida de sus empleados con tarjetas fotocheck y el sindicato elaboró cintas con el logo de Sutragrisa para que los trabajadores se colgaran el dispositivo. Sin embargo, la empresa, en una actitud claramente antisindical, prohibió el uso de las cintas y no permitió el ingreso del Secretario de Defensa de Sutragrisa, Hugo Visosa Senador, por desobedecer la orden y amonestó por escrito a todos los demás trabajadores, que además reciben diariamente amenazas para quitarse las cintas. A los trabajadores de la tienda Plaza Norte de Los Olivos, en Lima, no se les permitió firmar las amonestaciones por el solo hecho de dejar constancia en estas de su desacuerdo con la medida por considerarla antisidical.
Según informa Visosa Senador, a raíz de estos hechos, que consideran un nuevo abuso de la empresa y una nueva demostración de su política antisindical, han presentado una denuncia ante el Ministerio de Trabajo de Perú y comenzaron una campaña de difusión en los medios de comunicación. Visosa explica que este nuevo atropello de Ripley sucede en momentos en que el grupo planea expandirse a Colombia, para abrir 4 nuevas tiendas en ese país.
Sutragrisa, que el pasado 28 de enero cumplió 6 años, denuncia además que a pesar de que Ripley, un grupo de capitales chilenos, lleva establecido más de 15 años en Perú, desconoce la legislación laboral de ese país y no paga horas extras, discrimina a los trabajadores en el pago de comisiones, no otorga licencia sindical a los delegados y mantiene miles de trabajadores con contratos desnaturalizados y temporales, agrega Visosa.
Actualmente Ripley cuenta con 21 tiendas en todo el país y Sutragrisa denuncia que las instaladas recientemente, contrastan con sucursales como las de San Juan y Comas, en Lima, que permanecen establecidas en “carpas” que carecen de aire acondicionado, baños, comedores y sala de descanso para los trabajadores. Incluso en Comas, ni siquiera hay agua para higienizarse.
El sindicato que cuenta con 700 afiliados, viene luchando desde su nacimiento contra las políticas antisindicales de la empresa y luego de varios años de reclamos, consiguió el reintegro de algunos dirigentes sindicales que fueron despedidos por su actividad, desde que surgió la organización. El año pasado realizaron varias paralizaciones por incumplimiento de las leyes laborales del país entre las que se cuenta el no pago de horas extras y feriados en que tienen que trabajar. Los locales de Ripley permanecen abiertos 363 días al año, cerrando solamente el 25 de diciembre y 1 de enero.
En los próximos días la Junta Directiva de Sutragrisa se reunirá para definir nuevas acciones y convocar una asamblea General para evaluar la situación.