El sindicalismo: una pluralidad de voces y opiniones en torno al Proceso de Paz en Colombia
En las últimas semanas las negociaciones de paz que adelantan el Gobierno colombiano y las FARC en La Habana, han entrado en una dinámica que ha puesto el proceso en una coyuntura decisiva.
La agencia ENS entrevistó a los presidentes de diez sindicatos representativos de Colombia, de diferentes tendencias y militancia política para conocer su opinión. Porque el sindicalismo colombiano es una pluralidad de voces y opiniones en torno a los temas y los problemas nacionales.
En esta instancia se entrevistó a los presidentes de Fecode, Sintrabancol, Sutimac, Unión Claro y las TIC y Sintracolombina.
Luis Alberto Grubert, presidente de Fecode, manifestó que la paz es una necesidad: “el proceso de paz es un mandato soberano del pueblo colombiano que debe ser acatado obligatoriamente por el gobierno, y por las FARC. Los obstáculos que tiene el proceso son producto de los temores propios de la guerra. Desde Fecode queremos que se den más señales de paz que de guerra”, señaló.
Todos los presidentes sindicales expusieron la dificultad del proceso y señalaron que no hay políticas claras respecto a la salida del conflicto.
“Hay muchas fuerzas de ultraderecha que no quieren dejar avanzar el proceso. Y por otra parte falta mucho más compromiso del Gobierno y el Congreso en la solución de los problemas sociales. No aparecen los recursos para el posconflicto, y tampoco hay propuestas concretas para resolver el tema de la pobreza y los problemas de desempleo y la salud”, manifestó Jesús Giraldo, presidente de Sintrabancol.
“Hay voces que se oponen a una salida negociada del conflicto, hay intereses de lucrarse de la guerra. Si bien es cierto que el gobierno está interesado en un acuerdo que de fin al conflicto armado, no tiene políticas claras para dar salida al conflicto social”, indicó Otoniel Ramírez, presidente nacional de Sutimac.
Respecto al límite de cuatro meses que impuso el presidente Santos al proceso de negociación, Giraldo indicó: "Los procesos de paz no funcionan con ultimátum. Hay que ponerle es voluntad, pero no plazos. Ha habido procesos que han durado hasta 10 o más años”.
Por otra parte, John Jairo Caicedo, presidente Sintracolombina, señaló la importancia de ponerle plazo a la negociación: “El pueblo empieza a estar inconforme porque no ve avances en el proceso. Ese plazo seguramente va a obligar a que a definiciones y los colombianos podamos ver por fin el fin del conflicto”.
Respecto al cese bilateral del fuego antes de la firma del acuerdo de paz, todos los dirigentes declararon la importancia de que esto ocurra para poder seguir avanzando en las negociaciones.
“Es la manera más franca de desescalar el conflicto y hacer que éste trascienda del plano militar a una esfera de discusión política civilizada”, manifestó Grubert.
“Que no haya confrontación, eso ayudaría muchísimo para el acuerdo definitivo. Porque mientras haya confrontación no habrá confianza en el proceso, no se le ve futuro”, señaló Ramírez.
Es una posibilidad que una vez acabado el proceso de paz las FARC se convierta en partido político: “Si ahora las FARC dicen que van a participar en política y en los escenarios de la democracia, lo vemos muy interesante. Si están por buscar cambios sociales, que lo hagan en el escenario electoral y legislativo”, indicó.
Respecto a esto, Caicedo señaló: “Si el pueblo colombiano apoya un partido político que provenga de las FARC, pues debe ser bienvenido y aceptado. Es la democracia”.
Esta nueva etapa afecta a todas las capas de la sociedad, y el sindicalismo debe ser un protagonista en este proceso. Yuli Higuera Nieto, presidenta de Unión Claro y las TIC señaló: “No todos los sindicatos están preparados para el posconflicto. Pero más que hablar de los sindicatos hay que hablar de los afiliados, de las bases. En los sindicatos hay dirigentes que tienen conciencia política y buen bagaje en diferentes aspectos sociales, económicos y políticos, pero las bases no la tienen. Con ellas hay que hacer un trabajo fuerte”.
En la misma línea, Ramírez manifestó que los sindicatos están muy debilitados: “Podríamos estar jugando un mejor papel en el proceso del posconflicto. Tenemos que jugarlo desde organismos como la CUT, que tiene compromiso por los cambios sociales y los derechos de los trabajadores”.
La participación democrática, las movilizaciones, concienciar a los trabajadores para que entiendan lo qué está aconteciendo en Colombia, específicamente con el proceso de paz, son unos de los pasos que los sindicatos deben dar en el escenario del posconflicto.
“El sindicalismo debe trabajar en distintos campos, siempre soñando en un país en paz con verdadera con justicia social” manifestó Grubert.
“Como sindicalistas deberemos estar atentos al cumplimiento de los acuerdos que se hagan, y de la solución de los problemas sociales del país. Porque la paz no nos llegará con la sola firma de un acuerdo sino cuando se empiecen a ejecutar acciones y a respetar los acuerdos que se hicieron” agregó Jesús Giraldo.
La firma de paz implicaría grandes beneficios para la sociedad colombiana en su conjunto y para los sindicatos, al poder progresar sobre aquellos temas donde no se ha podido avanzar por causa del conflicto.
“Con un acuerdo de paz habría menos inversión para la guerra y la seguridad, y esos recursos irían a la reconstrucción de infraestructura y a satisfacer derechos ciudadanos. Y Fecode en particular ganaría muchísimo en un ambiente de paz. No se pude olvidar que el magisterio es el sector social más victimizado. En 20 años ha tenido 1.011 maestros asesinados” señaló Grubert.
“Los trabajadores y sus organizaciones sindicales han sido de los colectivos más afectados por el conflicto armado, hemos sido víctimas, nos han tratado de acabar físicamente. Esperamos que en el posconflicto la situación mejore y podamos debatir la solución de los problemas sociales sin el temor a que nos maten” concluyó Giraldo.
Fuente: ENS