Declaración sobre la crisis financiera
UNI Finanzas reivindica la mejor regulación y supervisión de las instituciones financieras y de las agencias de calificación crediticia, cuyas actividades y descuido han sumido a los mercados financieros del mundo en la crisis y costará decenas de miles de empleos en la finanza.
Al principio están errores de la dirección y de los inversores, que presionaron por márgenes de beneficios insostenibles sin considerar el potencial real de las empresas. El papel de la actividad se ha transformado en primer lugar y ante todo en especulación financiera. El resultado ha sido un sistema piramidal global de proporciones gigantescas.
Los bancos han diseñado productos financieros tan complejos que ni ellos mismas los comprenden. Las agencias de evaluación los han aprobado (por un honorario). Los inversores los han comprado sin tener un mercado establecido. Los gobiernos han dado incentivos fiscales para promoverlos. Y los reguladores, sencillamente, los han ignorado.
El sistema financiero se ha vuelto opaco, impulsado por expectativas de beneficio poco realistas y por la ausencia de regulación. Los participantes en el mercado ya no confían unos en otros, probablemente en base al conocimiento de lo que ellos mismos ocultan.
Con demasiada frecuencia, los peones abusados son los trabajadores comunes y corrientes en el sector de la finanza. Mientras ellos pierden su empleo, la mayor parte de los peces gordos que jugaron con el dinero de otra gente se salvarán del naufragio.
UNI-Finanzas reclama una reconsideración del sistema financiero mundial. Debe asegurarse la transparencia en el diseño de los productos y en el funcionamiento del mercado. Los reguladores deben mantenerse al día con la innovación financiera. Los inversores, especialmente los fondos de pensión pero también las instituciones financieras, deben cumplir con su obligación fiduciaria de no arriesgar su existencia con la especulación.
Ahora bien, ante todo, las instituciones financieras, los bancos centrales, los gobiernos y los inversionistas tienen que colaborar para estabilizar el sistema financiero y asegurar que los ciudadanos corrientes en el sector y más allá de él no pierdan su medio de vida.
Por consiguiente, UNI-Finanzas insiste en que:
· La seguridad del empleo y el trabajo de los empleados de la finanza son de importancia primordial en la respuesta a la crisis.
· Tiene que haber un mayor grado de transparencia del sector financiero, especialmente con respecto a las obligaciones asumidas por las empresas. Todas las instituciones financieras deben ser transparentes al explicar su exposición a las operaciones y la finanza estructurada.
· Se requieren marcos normativos adaptables y previsores, que tomen en cuenta la capacidad innovadora de los actores respecto del mercado financiero y su carácter global. El sistema normativo debe cubrir a todos los tipos de instituciones financieras, no solamente a los bancos y las compañías de seguros. El sistema también tiene que asegurar que cuando se da crédito a instituciones financieras no reglamentadas, los requisitos de reserva de capital son más elevados que para las compañías reglamentadas.
· Es necesario un sistema de supervisión global práctico. Considerando que una parte importante y en crecimiento constante de las operaciones financieras son transfronterizas, debe establecerse una supervisión transfronteriza para salvaguardar los intereses de todos los actores en el mercado a niveles regional y mundial.
· Debe establecerse un sistema en el que se evalúe a las propias agencias de evaluación. Necesitamos un organismo para controlar a los controladores, para asegurar el cumplimiento con las tendencias financieras. Esto podría hacerse mediante la introducción de agencias de evaluación públicas/independientes (v.g. el sistema europeo de bancos centrales (ESCB).
· Los fondos de pensión deben adoptar una perspectiva a largo plazo en lugar de aspirar a beneficios a corto plazo. Su papel es ante todo asegurar la rentabilidad de sus políticas a lo largo de los próximos decenios para las personas cubiertas que tienen que financiar su jubilación. Todos los inversores tienen la obligación fiduciaria de enfocar indicadores de sostenibilidad.