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El informe presentado este año a la Conferencia Internacional del Trabajo sobre la situación de la igualdad de género en el ámbito laboral expone que probablemente la recesión económica y la crisis del empleo podrían empeorar la situación de los más vulnerables.
En muchos países del mundo, el trabajo doméstico no se considera una forma de empleo formal por lo que en muchos casos no queda cubierto por la legislación nacional en materia de trabajo. Muy a menudo, las trabajadoras domésticas sólo pueden huir de sus empleadores cuando éste/ésta abusa de ellas física o sexualmente, retiene su salario o las trata sin respeto. Además, muchas de ellas son migrantes que trabajan sin los permisos correspondientes, lo que las hace todavía más vulnerables. La OIT declara que “si las detienen las autoridades, pueden ser deportadas de inmediato o enfrentarse a nuevos abusos”.
Durante las discusiones de la Conferencia Internacional del Trabajo de este año se señaló que la formalización de la naturaleza “informal” de algunas ocupaciones (incluyendo el trabajo doméstico) podría mejorar la seguridad de las mujeres que desempeñan este tipo de trabajo. Según la OIT “la idea es garantizar que trabajar sin estar a la vista, no equivalga a trabajar al margen del acceso equitativo a los derechos laborales, ni a la exclusión en la consecución de un trabajo decente, que constituye un derecho humano básico”.
La OIT ha dado un paso adelante para proteger a las trabajadoras domésticas y se ha comprometido a iniciar el proceso de elaboración de un instrumento jurídico (por ejemplo un Convenio) sobre el Trabajo Doméstico durante la Conferencia del año que viene.
Para leer el artículo completo de la OIT por favor consulte: http://www.ilo.org/global/About_the_ILO/Media_and_public_information/Feature_stories/lang--es/WCMS_108406/index.htm