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En el marco de la semana Internacional de Denuncia contra los abusos de Walmart—simultánea a la Asamblea de Accionistas que se realiza anualmente en Bentonville donde se encuentra la casa matriz de la empresa en Estado Unidos—, más de una veintena de organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, de defensa del patrimonio cultural y de consumidores, y personas en general, se manifestaron frente a la tienda de Walmart de Av. Universidad, en el sur de la ciudad de México el pasado viernes 7 de junio. La movilización fue para exigir que se detenga la expansión de la empresa estadounidense, por basarse en prácticas corruptas, soborno de funcionarios, violación de las leyes mexicanas, además de depredar el medio ambiente y el patrimonio cultural.



Las organizaciones pertenecientes a la Red de Organizaciones Sociales contra los Abusos y la Impunidad de Walmart desplegaron pancartas en las que se hace alusión al crecimiento monstruoso de esa empresa basado en acaparamiento de productos agrícolas y manufacturados que le permite controlar más de la mitad del mercado minorista, pasando por encima de pequeños comerciantes y destruyendo las tradiciones comunitarias de un sinnúmero de lugares donde se instala.



Los sindicatos Mexicano de Electricistas, de Telefonistas de la República Mexicana, Alianza de Tranviarios de México, Unión de Técnicos y Profesionistas Petroleros y del Frente Sindical Mexicano afirmaron que Walmart se ha convertido, desde su instalación en nuestro país en 1991, en el principal empleador privado del país, con 250 mil trabajadores, a costa de pagarles sueldos miserables — la mitad de la media nacional para el sector formal— y con vales como en las tiendas de raya porfiristas.

La trasnacional utiliza a jóvenes voluntarios de entre 14 y 16 años para embolsar en las cajas que lo hacen por propinas, sin salario ni prestaciones por parte de la empresa.



Héctor de la Cueva, coordinador general del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS) explicó que a las y los trabajadores se les niega la sindicalización auténtica al obligarlos a afiliarse a sindicatos fantasmas de protección patronal.

Durante el acto se escucharon mensajes de trabajadores de Walmart en Estados Unidos, El Salvador, Chile, Argentina y Brasil, participantes también de la Jornada Mundial y de las movilizaciones en sus respectivos países, quienes manifestaron su apoyo total a los esfuerzos que se hagan en México para defender los derechos humanos laborales de los trabajadores de esa empresa.



En nombre del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Adolfo Gálvez detalló que Walmart ha sido acusada de sobornar a funcionarios gubernamentales para la instalación de sedes de la empresa. Walmart destinó al menos 24 millones de dólares en pagos ilegales para obtener permisos de construcción y licencias de impacto ambiental para la construcción de las tiendas. Los congresistas Waxman y Cummings de los EUA integrantes de la comisión que investiga los casos de corrupción de Walmart afirman que la empresa entregó 200 000 USD para la aprobación de los permisos de construcción de la Bodega Aurrerá en Teotihuacan.



El caso de Teotihuacan, es sólo un botón de muestras, aseveró Gálvez, ya que entre solo entre 2002 y 2005 (años en los que se investigan los casos de corrupción) Walmart abrió otras 147 tiendas en México. Según el mismo diario estadounidense han sido identificadas 19 tiendas que se abrieron a través de actos de corrupción, entre ellas el Sam’s Club cercano a la Basílica de Guadalupe, en el Distrito Federal, en la que Walmart de México habría pagado 341,000 dólares en sobornos para su apertura y de un centro de distribución en Cuautitlán Izcalli, por el que habría pagado 765,000 dólares.



En el caso de la imposición de la tienda Walmart en Teotihuacán, el gobierno y las autoridades del INAH han hecho caso omiso a la aplicación de la Constitución y a leyes secundarias como la Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y su reglamento. La práctica comercial de establecimiento y desarrollo de las tiendas Walmart en México han tenido el mismo comportamiento en diferentes zonas de monumentos arqueológicos, artísticos, históricos, así como en inmuebles artísticos y de importancia ambiental del país, entre ellos se encuentra el proyecto para imponer una tienda en La Joyita, predio de más de 30 hectáreas del bosque mesófilo de Jalapa, Ver., que incluye Walmart, 20 locales comerciales y 850 cajones de estacionamiento.



Las organizaciones presentes en el acto coincidieron en que los actos de corrupción no deben quedar impunes y exigieron castigo para los funcionarios mexicanos que se dejaron sobornar.

Estudiantes de las Redes Universitarias y del Movimiento #yosoy132, por su parte, demandaron del gobierno mexicano que deje de apoyar a trasnacionales que invaden el país a costa del bienestar del pueblo y que, a cambio de eso, se destine mayor presupuesto a la educación, a becas de estudio y a la construcción de centros culturales.



El Frente Unido de Xochimilco pidió apoyo para la lucha que está dando la ciudadanía contra la imposición de un centro comercial en sitios protegidos y tradicionales para la centenaria población del lugar. Si bien no se trata de la misma trasnacional, el representante del Frente indicó que todas esas megatiendas operan bajo el mismo modelo de impunidad, bajos salarios y pasando por encima de la ley.

Posteriormente, los asistentes al mitin se apostaron en las entradas de la tienda para repartir volantes informativos y apelar a la conciencia de los consumidores para que dejen de comprar en Walmart, porque seguir haciéndolo es seguir apoyando la corrupción, la violación de las leyes, la depredación del medio ambiente y las condiciones de semi-esclavitud de sus trabajadores y trabajadoras.



Fuente: CILAS