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Cinco marchas multitudinarias y un rotundo mensaje por parte del pueblo peruano logró la derogación de la “Ley Pulpín” el pasado 26 de enero. Los trabajadores jóvenes y los estudiantes se unieron para luchar por sus derechos y lograron revertir lo que hubiera significado un brutal retroceso en el ámbito laboral y un pésimo antecedente para la región.

La ley que había sido aprobada el 11 de diciembre de 2014, reducía sustancialmente derechos laborales de los jóvenes entre 18 y 24 años que ingresaran al empleo (gratificaciones, utilidades, contribución por tiempo de servicio, asignación familiar, seguros de vida, vacaciones, etc.)

Promulgada por el Presidente Ollanta, la Ley 30288  hacía parte de un paquete de medidas legislativas y administrativas adoptadas con la excusa de reactivar la economía peruana y disminuir la informalidad laboral, pero en realidad conducía a la precarización de las condiciones de trabajo y la reducción de la calidad de vida de los peruanos y peruanas.

Felicitamos a los/as trabajadores/as del Perú por esta victoria y seguimos con el propósito de afirmar que las consecuencias de la supuesta fase de desaceleración del crecimiento económico no va a caer sobre la clase trabajadora,  como quieren los empresarios  y el gobierno.

Los sindicatos afiliados a UNI participaron activamente en las movilizaciones callejeras y las que se dieron a través de las redes sociales, en tanto que la Secretaria Regional y el Coordinador de UNI Américas Jóvenes enviaron sucesivas cartas al Presidente Humala exigiendo el retiro de la ley.

Felicitaciones a los jóvenes del Perú. Como en otras partes de nuestro continente los jóvenes irrumpen en la vida política, sindical y social marcando caminos y generando ejemplos.