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El 8 de marzo celebramos nuestra solidaridad con las mujeres a través del mundo. Al hacerlo, debemos recordar especialmente a las que viven en un entorno de conflicto y de pobreza, aquellas cuyos derechos son violados cotidianamente.



También debemos reflexionar sobre dónde estamos, cuánto hemos progresado y sobre lo que todavía debemos hacer para alcanzar esos derechos y esas oportunidades, que son parte integrante de los derechos de las mujeres como trabajadoras y ciudadanas. Los derechos de la mujer son derechos humanos.



La igualdad de género va de la mano con la democracia, a todos los niveles. La ausencia de discriminación es la piedra angular de la democracia.



Ahora bien, la democracia exige más que la inexistencia de la discriminación. También significa compartir el poder de tomar decisiones. En la política, en la vida económica y social, en los sindicatos y en el hogar.



Las barreras enfrentadas por las mujeres son complejas y estructurales. Las mujeres siguen cargando con la mayor parte de la responsabilidad de cuidar de los hijos y de los parientes de más edad. La compaginación de la vida profesional con la privada sigue considerándose esencialmente un problema de la mujer. Asimismo, las mujeres siguen siendo remuneradas entre 16 y 60% menos que los hombres por su trabajo y están concentradas en empleos mal remunerados, temporales, ocasionales o sin protección.



Encontramos diferencias similares cuando examinamos la posición de la mujer en el proceso decisorio, incluyendo en sindicatos. A pesar del progreso en los últimos años, el desequilibrio de género sigue siendo importante. Una presencia equilibrada de mujeres y hombres cambiaría las cosas e influiría en las decisiones para reflejar una mayor variedad de inquietudes y tomar en cuenta las prioridades de la sociedad en su conjunto y no de la mitad de ella. Y por eso, sería más probable que las decisiones tuviesen un impacto positivo en la práctica.



En el Día Internacional de la Mujer de este año, la CSI y las Federaciones Sindicales Internacionales (FSI) incluyendo a UNI, están lanzando una campaña mundial de dos años Trabajo Decente, Vida Decente para la Mujer.

Los objetivos fundamentales de la campaña son:

• promover el trabajo decente para la mujer y la igualdad de género en las políticas y los convenios laborales;
  
• aspirar a la igualdad de género en las estructuras, políticas y actividades sindicales con un significativo incremento en el número de mujeres afiliadas a los sindicatos y de mujeres en cargos de responsabilidad.

Las actividades se centrarán en los sectores y áreas de trabajo donde las trabajadoras resultan más vulnerables, como son las zonas francas industriales, el trabajo doméstico, los/las trabajadores/as a tiempo parcial, los/las trabajadores/as migrantes y la economía informal.

Tras el 8 de marzo, las próximas fechas clave son:

• La Jornada de Acción Mundial por el Trabajo Decente , el 7 de octubre de 2008.
  
• El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer de la ONU, el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre, Día internacional de los Derechos Humanos de la ONU.

Por consiguiente, UNI apela de nuevo a sus afiliadas para que luchen enérgicamente por los derechos de las mujeres y sigan organizando a mujeres en sindicatos, especialmente a las que trabajan en nuevos sectores y en formas de empleo precarias, así como a las migrantes.



Les agradeceríamos que envíen sus mensajes para el Día Internacional de la Mujer e información sobre toda actividad que organicen a: women@uniglobalunion.org para que podamos colocarlos en nuestro sitio web.

Pueden descargar los tres pósteres de UNI “Alto a la violencia” de este sitio web y pueden encargar pulseras escribiendo a women@uniglobalunion.org