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Una vez más la Red Argentina de Jóvenes UNI Américas ha desarrollado una interesante actividad, el día 7 de abril en las instalaciones del SATSAID, se celebró el Taller de Relaciones de Género y Sindicalismo. Gran cantidad de jóvenes dirigentes estuvieron presentes.

Conclusiones de la actividad mixta sobre las relaciones de género en el sindicalismo realizada para compañeros y compañeras de la Red Argentina de jóvenes de UNI Américas.

Desde la Red Argentina de Jóvenes de UNI Américas nosotros queremos comenzar a profundizar el camino de la equidad para todos y todas. Para esto, primero tenemos que formarnos en el análisis de las relaciones de género en la sociedad y en el sindicalismo.

Como jóvenes creemos que todos y todas debemos luchar por la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos, tanto en las empresas como en los sindicatos.

Las realidades cambiaron para nuestra generación. Es más fácil para nosotros hablar y discutir sobre las relaciones de género en la sociedad y, más específicamente, en el sindicalismo.

En la última década, en Argentina, creció muchísimo la participación de las mujeres jóvenes en los sindicatos y esto ayuda para la concientización de las relaciones de género dentro de los mismos. Además, la estructura de la familia en la sociedad cambió rotundamente. Hoy en día, la mayoría de los hombres conocen lo que significan las “responsabilidades familiares compartidas”, o bien porque sus parejas trabajan más o a la par de ellos o porque se separaron y deben cumplir con sus roles al cien por cien la mitad de los días de la semana.

Esta más que claro para nosotros que este taller se pudo realizar por la franja etárea que concurrió, porque las edades de los compañeros y compañeras fueron un factor elemental para la discusión y el tratamiento de estos temas, ya que sus realidades cotidianas han cambiado en los últimos años.

Cuando los jóvenes ponemos en discusión la problemática de la división sexual del trabajo, los roles y estereotipos de género y las discriminaciones sufridas por aquellos que no cumplen con lo que la sociedad espera de nosotros, nos damos cuenta de que si no lo verbalizamos y analizamos, no se visibiliza la existencia de esta situación de inequidad en la sociedad. Y, como todos y todas sabemos bien, la discriminación de género es un problema implícito en la sociedad que se sostiene y se mantiene bajo el tapete generalmente.

Nosotros y nosotras queremos comenzar a militar esta lucha porque ya somos parte del cambio de paradigma de esta sociedad. Somos parte de la revolución de estos roles de género que se convirtieron en estereotipos y  que nos marcaron desde el comienzo de nuestros días, como si nos sellaran la piel con un hierro caliente, indicándonos como debemos y no debemos ser, para que no los olvidemos nunca y que se mantenga la estabilidad del escenario de nuestra sociedad.

Como jóvenes, podemos ver que contamos con el beneficio de que la sociedad es dinámica y las relaciones de género van cambiando y se pueden ir superando estas contrariedades en la práctica antes que en la teoría. También contamos con que nuestros compañeros hombres militen la equidad al lado de las compañeras mujeres solicitando, por ejemplo, una licencia por paternidad más extensa o el derecho de tomarse los días para cuando sus hijos se enferman, y así, disfrutar de su paternidad tanto como las mujeres lo podemos hacer.

En este panorama, nos da satisfacción ver que todos y todas estamos convencidos de que este es el camino a la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y que esta causa la tenemos que militar ambos sexos codo a codo.

Sabemos que tenemos un largo recorrido por delante y que cada vez va a ser más difícil atravesarlo pero estamos convencidos de que si lo transitamos hombres y mujeres juntos va a ser mejor.

La conclusión más positiva de este primer taller mixto sobre relaciones de género es que nosotros, los jóvenes, somos los más indicados para enfrentarnos con las herramientas adecuadas a este gran cambio de paradigma y solo podemos llevarlo a cabo militando la cuestión, primero regionalmente y luego mundialmente. Solo así vamos a poder conseguir los mejores resultados.

La transversalidad de género fue el concepto que más nos impactó en toda la actividad. Justamente es este el concepto que toda decisión que tomemos como dirigentes no debe perder de vista, ya que si no estamos atravesados por la perspectiva de género, hay pocas probabilidades que los y las jóvenes podamos ayudar a mejorar las condiciones de equidad para todos y todas.

La igualdad de oportunidades, la equidad, un mundo más justo y más inclusión es, hoy más que nunca, el sueño que todos y todas debemos perseguir y nos comprometemos a que vamos a seguir militando para conseguirlo.

Agradecemos la colaboración del SATSAID y de los compañeros de la Red Argentina de Jóvenes por el gran trabajo que han desarrollado en este documento, con un especial agradecimiento a Debora Ferrante ( SATSAID ).

Lós jovenes siguen con gran paso la construcción de las nuevas generaciones del mañana.