Leónidas Gómez Rozo y Guillermo Marín, su lucha continúa
En la sesión "Juntos por la Paz y la Justicia Social en Colombia" los delegados quisieron hacer un homenaje a dos dirigentes sindicales que perdieron su vida luchando por un sindicalismo democrático y una sociedad más justa: Leónidas Gómez Rozo y Guillermo Marín.
Marcio Monzane, dirigente sindical de UNI Américas, iba a pasar a ofrecer unas palabras en nombre de Leónidas Gómez Rozo, quien fue su amigo personal, pero el nudo del dolor copó su garganta y las lágrimas inesperadas le impidieron hablar. Por ello, Adriana Rosenzveig tomó el micrófono y, en representación de Marcio, recordó la lucha por la que Leónidas Gómez Rozo dio la vida.
Leónidas Gómez Rozo fue un sindicalista del Comité Nacional de la Unión de Empleados Bancarios de Colombia (UNEB) y empleado del Citibank. Se destacó por su fuerte posición a favor de la afiliación de UNEB a UNI y por la lucha permanente por la construcción de una Paz duradera en Colombia. Además, era un joven y miembro activo en la CUT y en el Polo Democrático.
Leónidas siempre trabajó por la construcción de un diálogo que beneficiara a los trabajadores y al pueblo colombiano. Pero sus verdugos vieron un obstáculo en su lucha, para acallarlo, Leónidas fue torturado y asesinado en el año 2008. Y como muchos otros, su crimen aún permanece impune. En honor a él, UNI Américas encomendó a un grupo de artistas urbanos la realización de un mural que evoca al compañero, para mantenerlo vivo en las calles de Bogotá.
Guillermo Marín fue uno de los líderes más reconocidos de la Federación Unitaria de Trabajadores de Antioquia (Futran) y también fue integrante del Frente Popular. En un país acostumbrado a ser violento ante cualquier reclamo justo, Guillermo soportó amenazas y hostigamientos por defender condiciones dignas de trabajo.
Pese a ello, no se dejó amedrentar por lo que sus represores optaron por la solución radical: el 27 de julio de 1994, cuando salía de la sede del Sindicato del Seguro Social donde dictaba una conferencia, Guillermo fue asesinado.
Dos meses después de su crimen, el 26 de septiembre de 1994, hombres armados irrumpieron en la sede de la Futran preguntando por el presidente Belisario Restrepo, y como no se encontraba, dispararon contra los dirigentes Hugo Zapata, quien murió en el acto, y Carlos Posada, quien resultó herido.
Eliana, una de las hijas de Guillermo Marín, recibió una placa que conmemoraba la lucha y la vida de su padre y recordó que su activismo sindical copaba todo el espacio del hogar y era el centro de las preocupaciones de la familia. Ya han pasado más de 20 años, y el asesinato de Guillermo Marín permanece en la impunidad. Ni sus familiares, ni la organización sindical han sido reparados.